Al entrar en la cabina, Charlie pulsó el botón de llamada de emergencia en el reloj que Vladislav le había dado.

La infraestructura en Siria era muy pobre de por sí, y estaba aún más destruida debido a la guerra. Por lo tanto, no había señales de comunicación en ningún otro lugar aparte de la propia ciudad. Incluso la red de roaming internacional en celulares no funcionaba aquí. Por lo tanto, el único medio de comunicación era a través del satélite.

Afortunadamente, este tipo de reloj, que estaba específicamente equipado para paracaidistas, tenía una función de comunicación por satélite.

En cuanto se conectó la llamada, Charlie escuchó la voz de Gary. “Joven Amo, ¿todo va bien para usted?”.

Charlie respondió: “Todo va muy bien, y terminaré mucho antes de lo previsto. Puedes hacer que el helicóptero se dirija al lugar previsto ahora. Llegaré en unos quince minutos”.

Gary se quedó estupefacto mientras decía: “Joven Amo, son docenas de kilómetros de terreno montañoso. ¿Cómo es posibl