Charlie sabía que no le faltaba dinero, pero ahora le faltaba talento.

Un negocio no tendría éxito solo por las palabras y la imaginación de una persona.

Esto era especialmente así cuando se trataba de administrar una compañía. Debería tener un buen talento que fuera lo suficientemente capaz de hacer que la compañía fuera más fuerte y mejor.

Charlie solo tenía dos negocios en sus manos ahora.

El primero era el Grupo Emgrand, y el otro era Farmacéutica Boticaria.

Tenía a Doris para administrar y estar a cargo del Grupo Emgrand, y tenía a Liam para ayudarle a administrar Farmacéutica Boticaria.

Sin embargo, Charlie se vería atascado en lo que respecta a los talentos si tuviera que añadir algún otro negocio nuevo además de estos dos sectores comerciales.

Aunque Albert era muy leal y fiable, sin importar lo que fuera, no era una persona educada. Podía seguir y ejecutar órdenes, pero carecía de la capacidad de usar la cabeza para tomar verdaderas decisiones para hacer cosas grandes.