Con un fuerte sonido, un agujero ensangrentado del tamaño de un dedo apareció en la frente de la mujer.

Inmediatamente después, ella cayó hacia atrás con los ojos bien abiertos.

Un gran charco de sangre pronto fluyó por el piso, y todo el salón se llenó del olor oxidado de sangre fresca.

Todos en el salón estaban muertos de miedo, y fuertes gritos resonaron inmediatamente y sacudieron el salón. Nadie esperaba que Zakir fuera tan cruel.

¡La mujer simplemente había dicho algo, y él literalmente le había metido una bala en la cabeza!

En verdad, Zakir había matado a la mujer no porque lo estuviera irritando, sino porque quería prevalecer sobre Helen y Sophie.

Él tuvo que golpear al perro antes que al león para que le obedecieran de todo corazón. Solo entonces él podría seguir el plan y llevarse a ambas.

Por lo tanto, él miró a la pálida Helen y preguntó con un tono intrigado: “¿Qué te parece, cariño? ¿Todavía quieres negociar conmigo?”.

Helen inmediatamente negó con la cabeza asust