La creatinina en la sangre era un indicador importante para juzgar el grado de daño sufrido por el riñón.

Cuanto mayor era la cantidad de creatinina encontrada en la sangre, mayor era el grado de daño renal.

Para un adulto normal, la cantidad de creatina en la sangre debía ser generalmente inferior a ciento treinta y tres. Cualquier cifra superior a este valor indicaba que el riñón ya había sufrido algún daño.

Si la cantidad de creatinina superaba los cuatrocientos cincuenta, se podía determinar que se trataba de una insuficiencia renal. Si el valor superaba los setecientos, significaba básicamente que se trataba de una uremia.

Durante el mediodía, ¡el tensiómetro de Corwin indicó que su índice de creatinina en sangre había superado los mil quinientos!

Por lo tanto, para determinar si él se había recuperado de su enfermedad, el punto de referencia más importante sería el índice de creatinina en sangre.

Pronto llegó la enfermera a toda prisa.

Al ver la repentina y enérgica aparic