Cuando Charlie escuchó a Quinn decir que la condición física de Yule no parecía muy optimista, se apresuró a preguntarle: “Nana, ¿qué le pasa a la salud del Tío Golding?”.

Quinn respondió con tristeza: “Todavía está relacionado con su cáncer de páncreas. Parecía como si su condición ya se hubiera estabilizado un poco cuando regresó del extranjero. Sin embargo, en los últimos días, han habido señales de que su cáncer de páncreas todavía se está extendiendo. Los doctores del hospital de Punta Este ya están trabajando duro para tratarlo. Ya lo trataron usando radioterapia y quimioterapia, así como tratamiento farmacológico específico. Sin embargo, el efecto de los tratamientos es muy mediocre...”.

Al haber dicho eso, Quinn no podía evitar ahogarse y decir: “Hermano Charlie, el doctor ya me ha dicho que me prepare mentalmente para el peor escenario. Si no hay nada más que ellos puedan hacer, entonces puede que mi padre solo pueda vivir otros tres o cuatro meses...”.

Charlie se apresuró