Ninguna de las mujeres estaba en casa cuando regresaron. Elaine seguía fuera jugando a las cartas, y Claire no había salido del trabajo aún.

Charlie regresó a su habitación y cuidadosamente sacó la madera de la caja.

Podía sentir un denso Reiki irradiando de la madera.

Sentado en el suelo con las piernas cruzadas, Charlie puso la madera en la palma de su mano, cerró los ojos, ejecutó la fuerza mental escrita en el Libro Apocalíptico, y lentamente inhaló el Reiki en su cuerpo.

Cuando abrió los ojos, sintió que sus ojos estaban brillantes y rejuvenecidos. El aura de su cuerpo tuvo un cambio dramático.

Por otro lado, el rayo que golpeó el Dragón Sangriento en su mano se volvió un poco tenue.

Aunque perdió su Reiki, todavía conservaba un fuerte y estruendoso aliento, lo que demostraba que la madera era un tesoro.

Si tuviera otros objetos mágicos con él en este instante, podría usarla para refinar algunos simples artefactos mágicos.

Había oscurecido cuando salió de la habitación.