Adam había llevado una vida muy miserable durante los últimos días.

Luego de meterse en problemas hace unos días, su tío segundo lo había golpeado severamente. Además, su tío también le había prohibido salir de la casa.

No obstante, debido a su amor extremo por las antigüedades, le fue imposible perderse esa subasta.

Por lo tanto, hizo todo lo posible por escaparse de la casa para participar de la subasta de ese día. Sin embargo, no esperaba ver a Charlie allí.

Siempre había sido muy desdeñoso y dudaba de las habilidades de Charlie. En su opinión, su tío segundo había sido completamente engañado por este joven.

Aun así, no se atrevió a provocar a Charlie cara a cara. Cuando vio a Charlie haciendo una oferta por el collar de perlas, hizo una oferta de inmediato con la intención de desafiarlo.

En ese momento, Charlie miró a Adam antes de voltearse y enfrentarse nuevamente al subastador. Después de eso, continuó su oferta. "¡Setecientos mil dólares!"

Adam siguió sus pasos. "¡Ochoci