Jasmine sonrió como una niña recibiendo su dulce favorito cuando escuchó que Charlie quería hacerle un talismán.

Ella no sabía cómo era el talismán o cómo funcionaría, pero estaba lo suficientemente feliz de saber que Charlie quería hacerle un talismán exclusivamente para ella. Esta razón fue suficiente para ponerla por las nubes.

Sus ojos se enrojecieron por las lágrimas y dijo agradecida: “Amo Wade, es tan amable conmigo, ¡no sé cómo recompensarlo!”.

Mientras ella decía esto, su monólogo interior hizo eco: ‘Si es posible, desearía poder dedicar mi vida a ti para devolver tu amabilidad. Ojalá pudiera acompañarte por el resto de nuestras vidas y estar a tu lado para siempre’.

Sin embargo, ¿cómo podía ella, la orgullosa joven señora de una gran familia, decir esto en voz alta?

Charlie se mostró bastante indiferente al respecto porque era una persona que valoraba la amistad, la rectitud y la gratitud.

Jasmine no era su benefactora, pero era su amiga, una amiga sensata y digna de co