Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato MéxicoTan pronto dejé a Amaia en su escuela, me fui a los juzgados para alcanzar allá a Ale, antes que se fuera a poner peor de lo que ya estaba en la mañana. De camino para allá, sólo podía pensar en una cosa, en ella en mi Amaia. Así la veía y la sentía desde ayer y me tenía vuelto loco y eso que solo nos habíamos besado y acariciado.Era muy hermoso lo que me estaba pasando con ella, tanto que todo el tiempo sentía que no pisaba el suelo, permanecía en las nubes, me sentía como cuando me enamoré por primera vez hacía algunos ayeres. El sonido de mi celular, me sacó de mis pensamientos y era quién yo pensaba, Alejandra, mi colega.–Hola Ale, ¿Qué paso? Ya voy para los juzgados – Me justifiqué – Voy de regreso de dejar a Amaia en el Tec, siempre si la fui a llevar para no tardarme en pasarle carga, pero ya estoy llegando allá.Le tuve que explicar para que no dijera nada indeseable, y en verdad ya estaba por llegar, no iba a tener que esperarme dem
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato MéxicoCuando Mauricio terminó de decirme lo que le había pasado a mi dulce Amaia, estaba seguro que se me habían ido los colores del rostro, quise estar en ese momento en el Tec, no me la podía imaginar allá solita.–No te preocupes Mauricio, yo paso a buscar a Amaia y la llevaré a que la atiendan, desde luego ya que sepa lo que pasa con ella, te llamo para avisarte. Pierde cuidado.–Gracias Axel, quedo pendiente de tu llamada.–Por nada socio, buen día. – Le dije con premura.Al colgar con Mauricio, Ale se me quedó mirando como notando mi preocupación y sólo pude decirle a manera rápida el recado de su padre. No podía decirle otra cosa, pues era lo que sabía.Salí como loco a buscar el auto, mi corazón estaba latiendo como desesperado y de mis ojos salieron unas cuantas lágrimas de la impotencia, quería legar allá lo antes posible, me desesperé en el tráfico y no recuerdo ni cómo llegué al Tec tan rápido, hasta que me encontré en la enfermería, bus
Amaia Domínguez García León, Guanajuato, MéxicoAxel y yo nos acomodamos la ropa después de ese faje tan intenso que habíamos tenido en la casa de Elisa. Estuvimos con ella en su casa el resto del día, yo me fui sintiendo mucho mejor con el analgésico que me dieron y unos tés de hierbas. Por la noche cuando Axel me llevó a casa de Ale, se detuvo en la calle de atrás para que nos despidiéramos como siempre.–Amaia, cariño. Necesito que le digas a Ale que harás algo el fin de semana, preciosa – Axel me tomó de la mano – Te tengo una sorpresa y nos iremos mañana cuando salgas del Tec.–Sí mi amor, está bien. Yo veo que le digo a Ale, pero por favor sólo me dejas y te vas – Le pedí – No se te vaya a ocurrir decirle que me desmayé o no me dejará salir todo el fin de semana.–Tenemos que ir a que te hagan esos análisis que pidió la doctora el lunes temprano, ¿Me lo prometes, cariño?–Sí mi rey, te lo prometo.Axel me tomó entre sus brazos lo mejor que se pudo, pues estábamos dentro del aut
Amaia Domínguez García León, Guanajuato, MéxicoLa escenografía era aún más impresionante, había muchos ramos de girasoles por toda la suite y más pétalos, velas y peluches por todos lados. Hasta que vi la cama tan grande, espaciosa y hermosa, con un corazón hecho de rosas que tenía las iniciales “A & A”.–Axel, gracias por esto, es perfecto – Lo abracé y lo llené de besos – Me encanta, pero no era necesario que hicieras todo esto.–Nada es suficiente cariño, cuando se trata de ti ¿Quieres una copa de vino? – Me ofreció.–Claro que sí, por favor.Axel destapó una botella de vino tinto, Castillo Ygay, sirvió el vino en dos copas y me dio una. Yo levanté la vista y se me dispararon las pulsaciones en cuanto lo veo, es él y siempre ha sido él. Axel, conecta su mirada con la mía y nuestro contacto visual se establece, sin yo saber si sería capaz de romper esa conexión maravillosa. Yo solo quería seguir mirándolo a él y a sus hermosos ojos verdes.–Amaia, brindo por ti y por nuestro prime
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoDespués de esa entrega maravillosa y llena de sentimientos que habíamos tenido el uno con el otro, nos quedamos abrazados un rato en la cama. Esa noche había sido la más inolvidable para mí, después de haber hecho mía a la mujer de la que realmente estaba más que enamorado, no sabía porque esto no se había dado antes.–Axel, te amo mi amor – Me dijo Amaia, así como estaba acomodada en mi pecho – Te amo mucho, no puedo creer que estemos así, juntos, después de toda mi vida estar enamorada de ti, de veras que no me lo puedo creer.Empezaba a creer que mi mundo apenas comenzaba, me sentía como si por primera vez estuviera haciéndole el amor a una mujer. Era como si estuviera viviendo en la luna, estaba soñando despierto y no quería despertar, no quería que esto acabara nunca.–Yo apenas si lo puedo creer mi hermosa Amaia, pero es totalmente real, totalmente hermoso y totalmente verdadero, es cierto todo lo que te he dicho cariño – La besé nuevam
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoEn cuanto se dejó caer en mi pecho, sentí cómo Amaia al momento, de alcanzar el cielo, se soltó en mis brazos y se quedó muy relajada y demasiado suelta. Eso de inmediato me alarmó y comencé a hablarle, era una tremenda angustia.–Amaia, cariño ¿Qué tienes mi amor? – La moví un poco – Te amo, despierta mi reina, por favor.Pensé que por mi forma tan brusca y fuerte de tomarla, le había causado otro desmayo y yo no sabía cómo hacerla reaccionar, me alarmé demasiado y no quería entrar en pánico, eso sería peor.–Axel – Respondió muy agitada – Estoy mejor que bien mi amor, no tengo nada. Es solo que me he quedado sin fuerzas. Esto ha sido mágico.Pude respirar con tranquilidad, por un momento pensé que se quedaría así en mi pecho. Solo necesitaba descansar, no era otra cosa de la cual alarmarse. Nada que unos minutos de descanso no puedan solucionar.–Descansa entonces, preciosa, solo un poco mi amor. – Le concedí. – Ahorita que nos repongamos u
Amaia Domínguez García León, Guanajuato, MéxicoPasamos esos tres inolvidables y hermosos días juntos Axel y yo, en los que nos amamos demasiado de todas las formas que fueron posibles. Yo nunca iba a poder olvidar ese hermoso fin de semana, pues era el primero de muchos que nos esperaban. Pero este fin de semana, en particular, marcaba una fecha especial en mi calendario.Volvimos el domingo en la noche y el chofer que nos llevaba de regreso, se estacionó en la calle de atrás de la casa de Ale para que Axel y yo, pudiéramos despedirnos, como siempre lo hacíamos.–Amaia, mi amor, gracias por este hermoso fin de semana, cariño – Axel me susurró al oído – Te amo, preciosa.No me quería separar de Axel, me iba a hacer mucha falta, no creo que pueda dormir sin él. Pero así había sido nuestra suerte, seguiríamos separados, pero los fines de semana serian totalmente para nosotros dos, sin nada ni nadie que se interpusiera.–Gracias a ti mi amor, todo ha sido magnífico y mágico. No quiero d
Amaia Domínguez García León, Guanajuato, MéxicoEntré de nuevo y tomé todas mis cosas con rapidez, y mientras me despedía de ellos, esperando que Luis Miguel no tocara otra vez, por si quería saludar a mi hermana.–Ale, Axel, que tengan un bonito día y nos vemos en la noche para lo del aniversario – Me despedí de beso y abrazo de ambos – Ya han llegado por mí.– ¿Quién? – Axel cuestionó clavando sus ojos en mí – No es que me importe, pero pensé que te llevaríamos con Ale al Tec, cariño.Por un segundo se me paralizaron los sentidos, no sabía que responderle, ya de esta no me salvaba, yo no le diría, pero mi hermana sí.–Es que no sabes Axel, pasaron muchas cosas el fin de semana – Ale respondió por mí – Amaia se fue de fin de semana con Luis Miguel, su novio. Pero ya tendremos tiempo de platicar con ellos esta noche en lo del aniversario, con mi hermanita y con su novio.Axel hizo una cara que no me gustó nada, yo traté de calmarlo con la mirada, le decía que le debía una explicación