Amaia Domínguez García

León, Guanajuato, México

Esa noche mi Axel me arrulló y me quedé dormida de inmediato, cómo siempre que me sentía en la paz de sus brazos. Ya no supe si la güera y Cris se habían quedado con nosotros en el departamento. Al día siguiente, Axel me despertó con mucha ternura y de inmediato percibí un olor delicioso.

–Despierta, mi amor – Me dijo Axel, después de darme un beso – Cariño, he traído el desayuno para que desayunemos en la cama.

La mejor manera de despertar teniendo a este hermoso hombre a mi lado y que me consienta de este modo. Todos los días a su lado es vivir lo más hermoso. Axel es un hombre tierno, dulce y complaciente, no cambiaría ni uno de los días que llevo viviendo a su lado. Su trato es lo mejor que me ha pasado en la vida y no me voy a cansar de decirlo.

–Mi amor, estos sí son buenos días – Me perdí en sus brazos – Por eso te amo, por lo bueno, por lo dulce y por lo tierno que eres conmigo.

Es un hombre sumamente atento, muy amable y me trat