Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoDías después de lo que se supo en el despacho, Mauricio me llamó y me dijo que fuera para que firmara de manera definitiva todo el papeleo de la disolución de la sociedad. Sentía feo ir a hacer aquello, pero algo era seguro que ya no había marcha atrás y que yo tampoco quería que la hubiera. Yo quería que mi mujer se sintiera feliz a mi lado y segura del amor que le tenía y desde que se supo lo nuestro yo me encargué de amarla y de consentirla más cada día.–Amaia, mi amor – La tomé en mis brazos – Te amo cariño, vamos a desayunar algo y me acompañas.No quería separarme de mi mujer, la amo y todos los días le voy a demostrar cuánto es mi amor por ella, ninguna sociedad, ninguna amistad, ni nada podrá contra esto que sentimos los dos.–Sí, mi amor, yo voy contigo a dónde tú quieras – Respondió – Pero, acuéstate un rato más conmigo, por favor.Yo tampoco quería separarme de ella, de eso lo teníamos muy claro, cualquier distanciamiento que hubi
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoNos regalamos varios besos muy tiernos y dulces y después, tomé la mano de mi mujer y entramos tomados así de la mano a la firma, ante las miradas de clientes, de colegas y de quién Amaia se quería esconder, de Ale quién nos miró con ojos de odio y no tardó nada en escupir ese veneno que amenazaba desesperadamente con matarla.–Estoy de suerte hoy, pero si estoy viendo a la pareja del momento – Dijo Ale con sarcasmo – El abogado infiel y su amante.No le teníamos que prestar atención a lo que dijera Alejandra, me parecía una total inmadurez de su parte, ya que no se había dado por vencida a pesar de que ya llevábamos bastante tiempo con esto, de que quería algo conmigo y yo la rechazaba.–Buenas tardes, Alejandra, permiso – Dije ignorándola y sin soltar a Amaia – No venimos en plan de pelear, venimos a ver a Mauricio.–Al licenciado Domínguez – Me corrigió – Te recuerdo, que tú ya no eres nada y ya no eres nadie en esta firma, ni en ningún la
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoLas cosas cada vez se ponían peores, me dolía mucho haberme peleado con mi hermana por esto de lo mío con Axel y muy a mi pesar, tenía que reconocer que Ale estaba fuera de sus casillas y fuera de todo razonamiento lógico posible. Ella no tenía por qué ponerse así, en especial cuando Axel nunca le había dado esperanzas, pero nunca entendería del todo el actuar de mi hermana.Axel y yo, apenas llegamos a nuestro departamento y sentí como un mareo muy fuerte, por poco hace que me cayera al piso. No entendía que era lo que me estaba pasando, pensé que me iba a desmayar.–Amaia, ¿Qué tienes, cariño? – Axel se preocupó – Vamos a la recámara para que te acuestes.–Sí, mi rey. Me sentí de pronto demasiado mareada, yo creo que es por todo lo que está pasando.Tantos pleitos y tantas cosas que estaban pasando que me tenían demasiado estresada, así no se podía vivir con tranquilidad. Aunque ahora nos podíamos mostrar sin ocultarnos de nadie, las c
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoYo lo voy a apoyar toda la vida, lo amo demasiado como para dejarlo ahora en este tremendo problema, mi hermana Ale, se equivocaba rotundamente, yo a Axel lo amo por sobre todas las cosas y mi apoyo lo va a tener durante toda la vida, por eso tengo que aprovechar mi memoria para sacarlo adelante.–Yo también, me siento feliz y hoy me sentí muy afortunada por entrar tomada de la mano contigo a la firma, a pesar de lo que pasó con Ale, no le voy a tener miedo a nadie.Aunque mi hermana haya sufrido al verme llegar con Axel, tomados la mano, eso ya no era de nuestra incumbencia, ella sola se había fabricado toda su novela romántica con Axel, cuando él nunca le correspondió en nada, ni siquiera se había atrevido a verla diferente.–El afortunado soy yo, tú eres la mejor de las mujeres y te amo Amaia, eso nunca lo vayas a dudar mi amor.Axel y yo, nos relajamos un poco y nos estábamos consintiendo, nos estábamos besando y regándonos mucha ter
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoMe sentí muy mal conmigo mismo cuando supe primero por la loca de Cecilia de la muerte del abuelito de la güera, Don Pancho era un hombre muy bueno y justo del que yo aprendí muchas cosas y me dolía que él haya tenido que pagar por una estupidez cometida por la loca de Cecilia, ciertamente no se lo merecía y mi amiga Ivanna tenía toda la razón de estar enojada conmigo, pues aunque yo no tenía la culpa de lo que causó Cecilia, si tuve mucha culpa en mantenerme atado a una mujer que no amaba cuando pude haber pedido el divorcio desde antes de tener algo con Amaia.–Axel, me siento muy mal por la güera – Dijo mi hermosa mujer – Tenemos que apoyarla en lo que necesite. No es justo que su abuelito ya no viva, por culpa de la loca de Cecilia.No me podía imaginar todo lo que había causado Cecilia, no era justo que el abuelo de la güera hubiera fallecido, por su falta de tacto, no tenía que haber ido a despotricar contra la güera a Autlán y eso fue
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoNo iba a poner en riesgo la vida de Amaia, teníamos que hacer lo que ella dijo de poner las materias en línea, yo no iba a permitir que saliera a que Cecilia le fuera a hacer un daño, esperaba también que se tranquilizara porque nosotros teníamos que estar bien.–Así será, no tardo en llegar ahí contigo.–Muchas gracias.Me puse a tomarme mi té con calma y mientras esperaba a Bin Laden, Amaia y la güera se unieron a mí en la sala, se sentaron a mi lado y los tres compartíamos además del té, el sonido del silencio, algo que dolía mucho porque nosotros no acostumbrábamos a estar así y ahora lo estábamos por culpa de las circunstancias y también de Cecilia.–Axel, ahora sí que estás bien jodido amigo – Dijo Ivanna – No puede ser que, por culpa de Cecilia, vas a perder tu vida y tu patrimonio, esa mujer es una desgraciada, se pretende quedar con todo lo tuyo, si la tuviera aquí al frente le haría pagar todas sus marranadas.La güera estaba lo que
Capítulo 239Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoLos ánimos no estaban para nada bien y Axel se molestaba cuando la güera y yo, decíamos nuestras intenciones con Cecilia. Yo esperaba sinceramente que esa mujer no me provocara o yo no podía responder de mí misma, soy una salvaje y siempre lo he sido y me dejo llevar por mis instintos, sin ningún tipo de razonamiento como lo haría cualquier animal y a esa mujer le tenía odio de sobra para irme directamente a su yugular.–Lo siento, Don Perfecto – Dijo la güera – Pero, no todas las personas tenemos tu aguante, ni tu paciencia, ni tu tolerancia, ni mucho menos tu estupidez.–Ivanna, ¿Quieres callarte? – Axel miró con coraje a la güera – No ves venir la que se nos viene encima y lejos de ponerte a ver como abogada en qué me ayudas, estás de tonta con Amaia diciendo puras estupideces.No eran estupideces esa mujer que no se atreviera a ponerse en nuestro camino, ella iba a llevar todas las de perder, la güera y yo no íbamos a te
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoYo no podía creer que entre Axel y la güera nunca hubiera existido nada, por eso al comienzo había empezado a sentir celos de ella, pues es una mujer muy hermosa, lo tiene todo para que los hombres estén detrás de ella, pero con mi Axel es diferente, ellos son los mejores amigos y por eso confío en que la güera debe llevar el caso de la demanda en contra de Axel.–Yo siempre supe que nos íbamos a querer mucho, desde que Axel me habló de ti. Sabía que nos llevaríamos bien.Estuvimos platicando Ivanna y yo un buen rato y después llegó Cris, ahí a nuestro departamento, lo hicimos pasar y notamos que Axel se había metido a la recámara. Yo dejé sola a la güera con su novio, porque quería ir a ver lo que estaba pasando con Axel, tenía que estar a solas con él para saber lo que pasaba por su mente, aunque sea por un momento.–Amaia, ven cariño – Axel me dijo – Por favor, te necesito.–Sí, mi amor – Caminé hacia él y me senté a su lado en el pis