Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoEsa tal Rafaela estaba arruinando mi día, debería ir a reportarla, pues no me tenía que amenazar de esa forma, y Cecilia iba a tener que tragarse sus palabras porque no le iba a quitar ni un centavo a Axel.–Sí, tienen razón, vamos a entrar.Entramos a clases y por un momento me pude olvidar de todo, tratando de poner toda mi atención en las clases, pero no podía del todo. Me rebasaba la situación y yo era mala, siempre decidiendo que era lo mejor para mí, yo amaba a Axel y obvio, quería seguir con él, pero no podía saber hasta dónde iba a llegar este problema y yo no quería que él perdiera todo lo que le había costado tanto conseguir.En momentos pensaba que lo mejor hubiera sido, nunca haber expuesto mi atracción por él y ahora no estaríamos ambos metidos en este problema. Yo era la culpable de lo que le estaba sucediendo a Axel, nada tenía que haberle dicho de mis sentimientos y aunque eso me ha hecho ser la mujer más feliz del mundo,
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoLas cosas no podían haber ido peor, ahora con todo esto que pasó con Rafaela ya no me quedaba duda de algo que yo mismo me empeñaba en negar para darle seguridad a Amaia, yo mismo no quería aceptar y no quería reconocer que Cecilia ya estaba enterada de todo y ahora no era solamente eso, ahora ya estaba intentando echar a perder la vida de Amaia y la mía también a como diera lugar.Me fui con mi Amaia a nuestro departamento, con el fin que ella se calmara y poder tranquilizarla un poco, algo que yo mismo sabía que no iba a funcionar para nada, el daño ya estaba hecho, y Rafaela no se iba a quedar callada si su prima le iba a pagar por esa información que es lo más seguro. Pues al tratar de chantajearme, eso es lo que ocurrirá.–Axel, te lo dije mi amor – Amaia empezó a llorar – Que lo de Cecilia iba a ser el principio del fin. Ella no descansará hasta que nos destruya a los dos, ya te diste cuenta por ti mismo.Ahora el problema ya lo teníamo
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoAbrió la puerta, pero no se le veía ninguna intención de dejarme pasar, por lo menos era lo que yo suponía, y sentí su mirada recorrer todo mi cuerpo de forma despectiva, como si con la mirada me pudiera desaparecer del mapa, se veía todo su odio reflejado.–Vaya, veo que estoy de manteles largos hoy – Dijo Cecilia – Me ha venido a visitar mi esposo y sus escoltas, que bien tendremos casa llena.Cecilia siempre queriéndose hacer la graciosa, aquí no es que hayamos venido a celebrar nada, solo quiero llegar a un acuerdo con ella y que me firme de una vez los documentos del divorcio.–Hola, Cecilia. Vine porque necesitamos hablar ¿Me permites pasar? – Le pedí – Es importante y tú sabes que tenemos que hacerlo.–Claro que lo sé, tenemos que hablar y tenemos que decirnos demasiadas cosas y lamentablemente, veo que eso a ti no te importa pues andas ya muy feliz con tus amantes, pero soy buena gente y claro, pasa después de todo, aunque estés a poc
Capítulo 223Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoMe había quedado dormida estando con la güera y cuando abrí los ojos desperté en brazos de mi Axel, que sentí que estaba demasiado preocupado y eso me puso en un estado muy intenso de alerta. Me angustiaba mucho el verlo en ese estado y en cuanto él me vio que abrí los ojos, me regaló un apasionado beso que me hizo subir al cielo, era un beso muy parecido a aquel beso que nos dimos una vez y eso me gustó y al mismo tiempo me dio mucho sentimiento, me ponía a pensar si ese fuera a ser uno de nuestros últimos besos, por todo lo que estaba pasando.–Cariño, te quedaste dormidita haciendo tu tarea – Axel me decía con ternura – Por eso, te traje a la cama ¿Ya terminaste?Me había quedado totalmente desconectada del mundo exterior, cuando veo a Axel se me viene a la mente que lo puedo perder y eso me da un pánico terrible, lo nuestro no puede terminar, solo porque Cecilia va a llevarnos a juicio, ella está dispuesta a todo y sé qu
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoAxel, a pesar de que estaba que se lo llevaba la chingada, sé que no nos iba a permitir ir a cometer ese tipo de locuras, pero yo estaba dispuesta a todo –Calma Ivanna – Le pidió Axel – Y tú también, cariño. Nadie de ustedes irá a matar a nadie, tienen que tranquilizarse y dinos mejor lo que pasa güera.A la güera le había pasado algo sumamente malo, yo nunca la había escuchado desearle la muerte o ser ella misma la persona que juraba matarla, y Axel tenía razón, había algo que había puesto a la güera en ese estado, que si veía a Cecilia iba a ser capaz de hacerle un daño mayor.–La estúpida de tu esposa, hizo ya un chisme con mis familiares en Autlán y por cierto, Axel, mi madre me llamó furiosa diciéndome que siempre supo que soy una cualquiera, pero que meterme con un casado o sea contigo, excedió todo límite.Como no iba a estar la güera así, esa mujer iba dejando su ponzoña por todos lados, ahora hasta se había atrevido a poner a l
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoPensé que todo se iba a ir calmando poco a poco, pero estaba demasiado equivocado, porque a pesar de no haber tenido ya noticias de Cecilia después de que ella rechazara el acuerdo de divorcio mejorado que le presenté, supe que iban a haber más problemas y más tragedias por venir, lo que no sabía era cuando y eso me ponía un poco nervioso y Ale, que seguía enojada conmigo por lo de la güera, no dudó en preguntármelo.–Axel, sé que esto no es asunto de trabajo, pero me mata la curiosidad por preguntarte algo – Dijo Ale – Quisiera saber ¿Estás dispuesto a perder todo por Ivanna?Ale no se cansaba de traer el tema a cualquier conversación o en cualquier sitio, ella debía superar esta etapa de su vida y comprender que yo no la iba a aceptar nunca, y a ella no le importaba que iba a hacer yo con respecto al juicio que se me venía encima, no tenía ni un poco de empatía hacia mí.–Ale, no quiero hablar ahora de Ivanna ni de nada que no sea de trabaj
Axel Vega LazcanoLeón, Guanajuato, MéxicoNo entiendo para qué su insistencia, si de todas formas ella no va a sacar nada de mí, yo no le voy a dar la satisfacción de tener algo con ella, desde hacía tiempo que ya se debió haber bajado de esa nube, echó a perder su matrimonio por un espejismo que ella misma se fabricó.–Axel, no quiero que me sigas evadiendo y mejor dime ya la verdad – Me exigía Ale – Dime ¿Quién es la verdadera mujer con la que estás?No se cansaba de hacer la misma pregunta, estoy tentado a pensar que se ha vuelto un poco tonta mi amiga, pues siempre va a obtener la misma respuesta, no la voy a cambiar por más que pregunte. Me estaba haciendo perder la paciencia, no sabía de qué otra manera responderle.–Es Ivanna, qué necedad la tuya Alejandra – Rebatí furioso – No entiendo, a qué vienen todas estás tonterías que estás diciendo. Mi vida personal no es tu problema y si ando con alguien más aparte de Ivanna, es algo que no te concierne y el tipo de relación que teng
Amaia Domínguez GarcíaLeón, Guanajuato, MéxicoAle estaba fuera de sí y estaba montando un drama en la sala de espera de la firma. Yo no quería que los clientes que estuvieran ahí a esas horas se fueran a enterar de lo que estaba pasando realmente y entonces, me las ingenié para que nos metiéramos en su despacho. Ella estaba como fuera de ella misma y su actitud, me desconcertó demasiado, nunca la había visto así mirándome como si me odiara, Ale estaba por decirme algo cuando Axel y Bin Laden tocaron la puerta del despacho de Ale.–Alejandra, abre la puerta por favor – Le dijo Axel – Tengo que hablar contigo y deja de actuar como una loca.Me alegraba que Axel y Bin Laden hayan venido a rescatarme, porque en realidad mi hermana estaba enloquecida, no sabía que era lo que me iba a hacer, yo de tonta que me había metido a su despacho. Solita me había metido en la boca del lobo.–No te pienso abrir, vete – Le respondió Ale – Amaia y yo, tenemos que hablar, no pienses que la vas a salvar