Capítulo 8: Retorno a la RealidadA la mañana siguiente, el primer rayo de sol se filtraba a través de las copas de los árboles, iluminando el claro donde Aria y Raiden aún se encontraban. La brisa fresca del amanecer acarició el rostro de Aria, despertándola de un sueño que parecía haber durado solo un instante. Raiden estaba a su lado, con una expresión de tranquilidad que pocas veces había visto en él. En ese momento, lejos de la intensidad de sus responsabilidades, él parecía simplemente Raiden, su compañero, su igual.Aria observó el cielo que se teñía de un suave tono anaranjado mientras los recuerdos de la noche anterior regresaban a su mente. Sentía todavía el eco de sus caricias, el peso de sus promesas, y esa conexión que los había envuelto bajo la luz de la luna. Fue una noche en la que las palabras sobraban y en la que cada gesto había hablado por ellos.Raiden despertó con la sensación de que algo dentro de él había cambiado. No era solo el lazo que ahora compartía con Ar
Capítulo 9: El Desafío de la ManadaLos días pasaron, y aunque la conexión entre Aria y Raiden era evidente para todos en Cuarto Creciente, la aceptación completa de la manada aún era algo que Aria debía ganarse. Sabía que muchos lobos veían en ella a una forastera que había llegado de repente, obteniendo la cercanía del alfa sin haber pasado por las pruebas que otros enfrentaban. Aunque algunos como Freya la respetaban, otros miembros no ocultaban sus miradas de desconfianza.Una mañana, mientras Aria estaba en el borde del campamento, revisando las defensas junto a otros miembros de la manada, un grupo de lobos se acercó. Entre ellos estaba Kael, un lobo joven pero fuerte y ambicioso, conocido por su liderazgo en el grupo de exploradores. Había estado observando a Aria desde su llegada, pero hasta ahora no había tenido ningún enfrentamiento directo con ella. Sin embargo, ese día, su mirada reflejaba un desafío evidente.Kael: “Aria, veo que te estás integrando bien, pero algunos de
Capítulo 10: La Promesa de la LunaLos días en Cuarto Creciente transcurrieron con un renovado sentido de respeto y aceptación hacia Aria. El duelo con Kael había sido decisivo, y su valentía y fuerza le habían ganado el respeto de la manada. Sin embargo, en el corazón de Aria, un lazo aún más profundo estaba creciendo: su relación con Raiden. A medida que sus responsabilidades los unían cada vez más, también sentían la necesidad de consolidar su vínculo en una promesa que fuera tan fuerte como su conexión.Una noche, mientras la luna llena iluminaba el campamento, Raiden la llevó a un claro en el bosque, el mismo lugar donde habían compartido sus primeras confesiones. Aria sentía la anticipación en el ambiente, notando cómo Raiden la observaba con una mirada más profunda y cargada de emoción. Él no había mencionado nada sobre la razón de aquel paseo nocturno, pero en su pecho, Aria intuía que esa noche sería diferente.Raiden se detuvo en el centro del claro y tomó sus manos, mirándo
Capítulo 11: El Alfa que No Pudo Olvidar De vuelta en Cuarto Creciente, Aria intentaba retomar su vida junto a Raiden, su alfa y compañero. Habían enfrentado su pasado juntos, y aunque creía que todo había quedado atrás, en el fondo de su ser, sabía que el encuentro con Kael había dejado algo sin resolver. Su expresión, su tono, la forma en que la había mirado… Había algo en él que no había esperado ver. Una semana después, mientras supervisaban los límites del territorio, Raiden y Aria recibieron un aviso urgente: Kael, el alfa de Luna Oscura, estaba de regreso y solicitaba una audiencia directa con ellos. El mensaje llegó de manera inesperada, y Raiden, aunque molesto, notó que Aria se veía tranquila, decidida a enfrentarlo. Raiden: “¿Estás segura de que quieres hacer esto? Sabes que lo enfrentaré yo solo si prefieres no verlo.” Aria le sonrió con ternura, sintiendo la protección en sus palabras, pero también sabiendo que tenía que hacerlo. Ahora era la Luna de Cuarto Creciente,
Capítulo 12: Sombra de Venganza La paz en Cuarto Creciente duró poco tiempo después de la partida de Kael. A pesar de que Aria y Raiden creían que el capítulo con Luna Oscura estaba cerrado, algo en el ambiente comenzó a cambiar. La presencia de lobos extraños fue reportada en los límites del territorio, y algunos de los exploradores aseguraban haber detectado señales de intrusos moviéndose en la oscuridad. Raiden, consciente de los peligros que esto representaba, aumentó la vigilancia y mantuvo a la manada alerta. Sabía que cualquier amenaza debía ser tratada con seriedad. Una noche, mientras Raiden y Aria conversaban en su cabaña, un mensajero irrumpió, pidiendo ver a Raiden con urgencia. Era uno de los exploradores, con el rostro pálido y la respiración agitada. Explorador: “Alfa, hemos encontrado huellas en el límite sur del territorio. Parece que son de Luna Oscura… y están cada vez más cerca.” Raiden frunció el ceño, y en su interior, una furia contenida comenzó a hervir. Sa
Capítulo 14: La Estrategia de Luna Oscura En el corazón de Luna Oscura, Kael se encontraba reunido con sus guerreros más leales. Su mirada era sombría, y la tensión en el aire se podía cortar con un cuchillo. La derrota de Kalen y el fracaso de su plan para derrocar a Raiden lo habían dejado con una mezcla de furia y frustración. Había pensado que Cuarto Creciente sería fácil de dividir desde dentro, que el veneno y la traición serían suficientes para quebrar la estabilidad de la manada de Raiden. Pero no había contado con la fuerza inesperada de Aria y su conexión con Raiden, la cual había demostrado ser un lazo inquebrantable. Kael, sin embargo, no estaba dispuesto a rendirse. Su obsesión por Aria había crecido hasta convertirse en una sombra que lo perseguía día y noche. A sus ojos, ella era la única loba que debería estar a su lado, la única que sería digna de convertirse en la Luna de Luna Oscura. Su error al rechazarla en el pasado solo alimentaba su determinación de recuperar
Capítulo 15: Las Sombras de la DesconfianzaEn el campamento de Cuarto Creciente, la paz que Aria y Raiden habían luchado por construir comenzaba a mostrar grietas. Tras la reciente traición de Kalen y el intento de toma del poder, las tensiones estaban al borde de estallar. La cercanía de Luna Oscura y las amenazas de Kael habían dejado a la manada en un estado de alerta constante, y la sensación de inseguridad empezaba a afectar a varios miembros.Aria había intentado integrarse y ganarse la confianza de todos, pero aún había quienes la veían como una intrusa. Para ellos, ella no era más que una loba de otra manada, una extranjera que, en poco tiempo, había conquistado el corazón del alfa y ganado una posición de autoridad. Las miradas de algunos lobos eran cada vez más frías y, a medida que los días pasaban, Aria sentía que su presencia era vista como una carga, especialmente para aquellos que sentían que Cuarto Creciente estaba en peligro solo por el vínculo entre ella y Raiden.U
Capítulo 16: La Caída de Cuarto CrecienteEl amanecer traía consigo un silencio inquietante al territorio de Cuarto Creciente. Kael, rodeado de sus guerreros de Luna Oscura, se adentró en el campamento, su postura imponente y su mirada fija en un solo objetivo: Raiden. La estrategia estaba clara; esa era su oportunidad de enfrentarse a Raiden y tomar el control de Cuarto Creciente, de una vez por todas.Kael llamó a Raiden, desafiándolo a un duelo frente a toda la manada. Raiden, aunque aún sentía los efectos de su reciente envenenamiento, no podía rechazar la invitación sin poner en riesgo su autoridad. Con una expresión firme, aceptó, su determinación brillando incluso en medio de su estado debilitado.Raiden: “Kael, si lo que buscas es un duelo, lo tendrás. Pero debes saber que Cuarto Creciente no se rinde fácilmente, y lucharé con todo lo que tengo para proteger a mi manada.”Kael esbozó una sonrisa y se preparó, consciente de la ventaja que el estado de Raiden le daba. Los lobos