El aire era denso, cargado de energía.La luna llena brillaba sobre el Santuario, iluminando la antigua piedra con un resplandor etéreo.Laila se mantuvo firme, su respiración controlada,su pulso acelerado.Desde las sombras del templo, el Guardián de la Luna Roja emergió.Un lobo colosal, de pelaje plateado con vetas rojizas que parecían brillar con la luz de la luna.Sus ojos eran fuego líquido, antiguos, sabios…y llenos de juicio.Era una prueba.Un duelo de honor.Y Laila tenía que superarlo.El Guardián rugió, su sonido resonó en los muros del Santuario, haciendo que las piedras temblaran.Pero Laila no se movió. Dentro de ella, Nyra habló.Nyra:“Este no es un enemigo cualquiera, Laila. Es una manifestación del pasado… de lo que somos.”Laila:“Entonces, ¿cómo peleamos contra nuestra propia sangre?”Nyra:“No peleamos. Demostramos.”El Guardián dio un paso adelante, sus garras rayando la piedra con facilidad.Laila exhaló lentamente, despertando su energía interna, dejando que
El bosque estaba extrañamente silencioso mientras Laila avanzaba entre los árboles.Cada paso se sentía más pesado,como si el aire cargara un peso invisible sobre sus hombros.Ahora sabía la verdad sobre su linaje,sabía que su destino estaba ligado a la Luna Roja,pero aún no comprendía qué significaba realmente… ni a qué costo.Y peor aún…el Guardián le había advertido que Kael no era el verdadero peligro.Entonces,¿qué era lo que realmente estaba acechando a la manada?Debía regresar a Cuarto Creciente. Debía encontrar las respuestas antes de que fuera demasiado tarde.Cuando Laila cruzó la frontera de Cuarto Creciente,la tensión en el aire era palpable.Los lobos que patrullaban la entrada se giraron de inmediato al verla.Algunos mostraron sorpresa, otros desconfianza.Derek fue el primero en hablar.Derek:”¿Dónde demonios estuviste?”Antes de que pudiera responder, una segunda voz resonó con más autoridad.Amir.Amir:”¡Déjala pasar!”Laila levantó la mirada y vio a su hermano
El aire en Cuarto Creciente era pesado,cargado de anticipación y miedo contenido.El mensaje de Kano lo había dejado claro:Kael estaba en movimiento.No era una emboscada.No era una amenaza velada.Era una declaración de guerra.Y esta vez, no había lugar para la retirada.Desde lo alto de la colina, Laila observaba la manada reunida en la explanada central.Rostros jóvenes, rostros viejos, todos listos para pelear.Dentro de ella, Nyra habló.Nyra:“Sienten la guerra en el aire… como nosotros.”Laila cerró los ojos un instante, permitiendo que la energía de la manada fluyera a través de ella.Y entonces, dio el primer paso.Bajó la colina, y con cada paso, los murmullos se apagaron.Era la primera vez que todos la miraban como líder… Y no solo como la hija adoptiva del Alfa.Cuando llegó al centro, Raiden y Aria ya estaban allí, esperándola.Raiden, aunque débil, la observaba con orgullo.Aria, con la mirada afilada, se mantenía firme a su lado.Era el momento.La cabaña principal
El primer estruendo resonó en la frontera de Cuarto Creciente.Un rugido, un choque de cuerpos, el grito de batalla que sellaba el destino de todos.Kael había llegado.Desde lo alto de la colina, Laila observó el avance de los enemigos.Eran más de lo que habían anticipado.Cientos de lobos, con colmillos afilados y garras listas para desgarrar.La manada traidora de Kael había traído refuerzos.Darius maldijo.Darius:”¡Son demasiados!”Thane apretó los dientes.Thane:“No podemos retroceder ahora.”Laila inhaló profundamente.Dentro de ella, Nyra rugió.Nyra:“Este es nuestro momento. No hay vuelta atrás.”Laila levantó la mano.Laila:”¡Ahora!”Y con esa orden, Cuarto Creciente desató el infierno.La Emboscada en la Garganta del LoboEn el paso estrecho, la segunda línea de defensa aguardaba en silencio.Siguiendo el plan de Laila, Derek y su grupo habían atraído a los traidores hacia el cañón, un paso estrecho donde el número no les daría ventaja.Derek giró la cabeza y vio a Ami
El aire ardía con energía,la tierra vibraba bajo sus pies, y la luna brillaba con un fulgor carmesíque hacía que toda la batalla se detuviera.Los guerreros de ambas manadas habían dejado de pelear, sus miradas fijas en Laila y Kael, quienes se enfrentaban en el centro del campo de batalla.Los ojos de Laila resplandecían con un tono rojizo,su cuerpo irradiaba poder puro, y la marca en su piel palpitaba como un fuego vivo.Kael gruñó, sintiendo el cambio en la energía a su alrededor.Por primera vez…él dudó.La Primera EmbestidaKael fue el primero en moverse.Rápido, letal, como un lobo cazando a su presa.Sus garras destellaron bajo la luna, buscando desgarrar la piel de Laila.Pero ella desapareció.Se movió más rápido de lo que Kael pudo reaccionar.Un segundo estaba frente a él. Al siguiente,estaba a su espalda.Y antes de que pudiera girarse, Laila atacó.Con una ráfaga de velocidad, su garra se hundió en el costado de Kael, enviándolo rodando varios metros.La multitud cont
El cuerpo de Kael yacía inerte sobre la tierra ensangrentada, su reinado de terror había terminado.Pero la batalla no había terminado del todo.Porque en los brazos de Laila, Amir agonizaba, el veneno de la daga llevándolo al borde de la muerte.Y el miedo más profundo comenzó a crecer en su pecho.No podía perderlo.No ahora.No después de todo.Laila sostuvo a Amir con fuerza, su respiración entrecortada mientras observaba su rostro pálido y la sangre empapando su camisa.Su hermano de crianza, su mejor amigo…se estaba muriendo.Laila:”¡Aguanta, Amir! ¡No te atrevas a rendirte!”Amir tosió sangre, sus ojos parpadeando débilmente.Amir:“Laila…”El veneno avanzaba rápido.Desde la colina, Aria corrió hacia ellos, su rostro marcado por el pánico.Aria:”¡Tráiganlo al campamento, rápido!”Thane y Dariusayudaron a levantarlo, pero Amir apenas podía mantenerse consciente.Derek frunció el ceño.Derek:“Ese veneno… lo he visto antes. Es una sustancia prohibida, usada por manadas traid
El aire en Cuarto Creciente se volvió más pesado tras las palabras del extraño mensajero.“El verdadero enemigo ha despertado… y viene por ti.”Laila sintió un escalofrío recorrer su columna, mientras la silueta del lobo negro se mantenía firme al borde del campamento.Todos lo observaban en silencio.Nadie se atrevía a hablar.Raiden fue el primero en romper la calma.Raiden:”¿Quién eres y de qué enemigo hablas?”El mensajero dio un paso adelante, su pelaje negro como la noche, sus ojos brillaban con un plateado sobrenatural.Mensajero Oscuro:“Soy Varian. Vengo del norte… del reino de la manada prohibida.”Un murmullo se extendió entre los guerreros.La manada prohibida.Una leyenda, un mito que nadie creía real.Laila frunció el ceño.Laila:“Eso no responde a mi pregunta. ¿Qué amenaza es esta?”Varian la observó por un largo instante antes de hablar.Varian:“Kael no era más que una pieza de un juego mayor.Él creía que podía gobernar… pero solo era un peón.El verdadero peligro
La luna llena brillaba con un resplandor carmesí,iluminando el campo de batalla donde la historia de los lobos estaba a punto de cambiar para siempre.Frente a Laila, Nero, el primer Alfa de la Luna Roja,se erguía con una presencia que parecía distorsionar la realidad misma.Su pelaje negro como la sombra, sus ojos brillaban como dos lunas plateadas, y su voz resonó como un eco profundo en la mente de todos los presentes.Nero avanzó con calma, su voz como un trueno en la noche.Nero:“No quiero destruirte, Laila…Tú eres la última heredera de nuestra sangre.Únete a mí, y traeremos el renacer de la Luna Roja.Juntos gobernaremos sobre todas las manadas.”El silencio cayó sobre Cuarto Creciente.Raiden, Aria, Amir y los guerreros miraban a Laila, esperando su respuesta.Laila endureció la mirada.Su corazón latía con fuerza, pero no de miedo…sino de determinación.Laila:“No eres mi destino, Nero.Tú representas un pasado que debería haber quedado enterrado.No me uniré a ti.”Nero