Luciana apretó los puños con tanta rabia que sus uñas se clavaron en sus palmas sin que sintiera dolor.Catalina, con el rostro sombrío como agua turbia, miró a Aitana arrodillada.—¿Eso es todo lo que sabes hacer? Si no puedes lidiar con Valentina, entonces no tienes razón para seguir existiendo.Aitana se apresuró a responder:—¡Puedo hacerlo! ¡Ya he pensado en un nuevo plan para enfrentarme a Valentina!Catalina resopló con desdén.—Entonces veamos tu actuación. Puedes irte.Aitana huyó despavorida.—Mamá, ¿por qué dejaste ir a esa impostora?Catalina sonrió enigmáticamente.—Luciana, el señor Figueroa aún no sabe que la mujer de aquella noche fue Valentina. Podemos aprovechar este tiempo, antes de que descubra la verdad, para dejar que Aitana se ocupe de Valentina. Nosotras solo tenemos que esperar y recoger los frutos.Luciana se calmó. Era cierto, Mateo todavía no sabía que la mujer de aquella noche había sido Valentina.Aún había tiempo.—Mamá, qué inteligente eres.Catalina abr
¡Era ella!¡Era Valentina!Pero él se había equivocado de persona.Al recordar toda la frialdad y las humillaciones que le había hecho pasar a Valentina, sintió deseos de abofetearse a sí mismo.Aquel día en la enfermería, cuando la había empujado contra la cama, ella, con lágrimas en los ojos, le había dicho que lo detestaba. Se había sentido tan ofendida.¡Mateo, deberías morir!Todos los músculos de Mateo se tensaron. Su rostro se ensombreció, pero pronto sus labios finos se curvaron en una sonrisa......Camila regresó al apartamento y durmió profundamente. Al día siguiente, Valentina y Daniela llevaron a Camila de compras.Las tres llegaron al centro comercial y entraron en una tienda de accesorios. Valentina se interesó por unos pasadores para el cabello.Pasadores juveniles en colores pastel: fresas rosas, sandías verdes, limones amarillos... todos muy coquetos.—Valentina, estos pasadores te quedan muy bien. Compra el amarillo —sugirió Daniela.—Creo que el rosa también es boni
—Señor Figueroa —dijo Aitana con timidez—, mañana es mi cumpleaños y quiero organizar una fiesta. ¿Podría asistir?Aitana ahora era una estrella muy popular, cada uno de sus movimientos era seguido por medios y fans. Si el magnate empresarial y el hombre más rico de Nueva Celestia, el misterioso Mateo, asistiera a su fiesta de cumpleaños, su fortuna y fama estarían aseguradas de por vida.Los ojos cristalinos de Valentina se posaron sobre Mateo, quien asintió brevemente.—De acuerdo.Había aceptado asistir a la fiesta de cumpleaños de Aitana.Aitana estaba eufórica.—Gracias, señor Figueroa.—Ya que estás embarazada, deberías cuidar bien tu salud. Es mejor que te vayas a descansar.Estas palabras de aparente preocupación hicieron que Aitana se sintiera aún más feliz. Puso su mano sobre su vientre.—Señor Figueroa, me retiro entonces. No se preocupe, cuidaré bien de nuestro bebé. Nos vemos mañana.Aitana miró a Valentina con aire desafiante antes de marcharse triunfalmente con su asiste
Valentina quedó paralizada. Abrió los ojos con sorpresa. Él había dejado embarazada a Aitana y aún así se atrevía a decirle algo así.—¡Sinvergüenza! —le espetó Valentina, indignada y avergonzada.Mateo la miraba desde arriba. Su largo cabello negro azabache se extendía desordenado sobre el sofá, y en su rostro pálido destacaban unos ojos claros que lo miraban fijamente. Se veía exactamente como en sus sueños.En ese momento, todos sus recuerdos regresaron.Mateo curvó sus finos labios.—¿Por qué me insultas? ¿Dónde está mi falta de vergüenza? Explícamelo.Aunque era elocuente, no sabía insultar bien. Su voz suave y delicada apenas podía formular insultos como "odioso" o "sinvergüenza", como una niña pequeña.Valentina lo miró fijamente.—¿Para qué me has traído aquí? La próxima vez que te atrevas a buscarme, se lo diré a Aitana. Está embarazada de tu hijo y no puede recibir impresiones fuertes. No me obligues a hacerlo.Al mencionar a Aitana, los ojos de Mateo destellaron con frialdad
—Valentina, ¿estás bien? ¿Para qué te trajo el señor Figueroa aquí? —preguntaron Daniela y Camila mientras sujetaban a Valentina.Valentina frunció el ceño. Tampoco entendía qué pretendía ese loco de Mateo. La había llevado a Altabruma para decirle "lo siento", y lo había repetido dos veces.Se comportaba de manera extraña.Pero al recordar el embarazo de Aitana, Valentina no quería perder más tiempo pensando en Mateo.—Daniela, Camila, vámonos.—De acuerdo.Las tres se marcharon mientras Mateo, sentado en el sofá, ocultaba bajo sus párpados el deseo que asomaba en su mirada.En ese momento llegó Fernando, quien informó en voz baja:—Presidente, hemos encontrado la información.Mateo levantó la vista.—Habla.—Resulta que Aitana tiene un novio en su pueblo. Este novio la quiere mucho y trabaja en la construcción haciendo los trabajos más sucios y agotadores para pagar los estudios universitarios de Aitana. Ya han tenido relaciones y el bebé que espera es de su novio.Mateo esbozó una s
Lo que más deseaba Aitana era presumir su felicidad ante Valentina.Valentina la miró con frialdad, sin decir palabra.Aitana se acarició el vientre.—Valentina, ¿no estarás celosa? Hay personas que después de acostarse solo pueden tomar píldoras anticonceptivas y sufrir reacciones alérgicas, mientras que yo puedo quedar embarazada y recibir todo el cariño del mundo. Realmente el destino es injusto, ¿no crees?—¡Tú...! —Daniela y Camila quisieron intervenir.Pero Valentina las detuvo y dijo con voz serena:—Vámonos.Dicho esto, se dio la vuelta para marcharse.Daniela y Camila la siguieron.—Valentina, ¿por qué no nos dejaste decirle un par de cosas?Valentina esbozó una sonrisa irónica.—¿Para qué insultarla? Todo lo que dijo es verdad.Ella había tomado píldoras anticonceptivas y sufrido una reacción alérgica.Mientras que Aitana estaba embarazada y se había convertido en una gran estrella.Sus preferencias y desprecios eran muy evidentes.Aitana sabía perfectamente cómo herirla. Era
Aitana, impaciente, había escrito: "¿Ya llegaste, señor Figueroa?"Los fríos ojos de Mateo se transformaron en un abismo insondable mientras respondía con dos palabras: "Ya llegué."...En la fiesta de cumpleaños, Aitana leyó el mensaje "Ya llegué" y se llenó de alegría. ¡Mateo había venido!Qué lástima que Valentina no estuviera allí.Cuánto deseaba que Valentina presenciara este momento.—¡Atención todos! —anunció en voz alta—. La fiesta puede comenzar porque el invitado especial que estaba esperando ya ha llegado.—Aitana, ¿quién es ese invitado tan importante?—Aitana, no nos tengas en suspenso. Preséntanos ya a ese invitado especial.Aitana sonrió.—Entonces, con ustedes...Las puertas del salón se abrieron y todas las miradas se dirigieron hacia allí.Una persona entró.Aitana avanzó feliz.—Se...Las palabras "señor Figueroa" se quedaron en su garganta. Al ver quién había entrado, Aitana se quedó paralizada.El recién llegado no era Mateo, sino ¡su novio Leonel!Leonel venía dir
La fiesta de cumpleaños había sido un evento importante para Aitana, quien había invitado a numerosos periodistas de diversos medios. Como estrella del momento, todos habían acudido para honrarla.Su plan era aprovechar esta oportunidad para ascender otro peldaño en su carrera, pero la repentina aparición de Leonel había desatado un escándalo.El lugar estalló en conmoción. Los periodistas inmediatamente levantaron sus cámaras y comenzaron a fotografiarla sin cesar.—Aitana, así que realmente tienes novio.—Resulta que pudiste ir a la universidad gracias a que tu novio cargaba ladrillos en una obra.—¿Tu imagen de joven actriz inocente es un engaño a tus fans y al público?Aitana nunca imaginó que la situación se descontrolaría tan rápidamente. Entró en pánico.—¡Dejen de fotografiar! ¡Basta!En ese momento, Aitana miró casualmente hacia el segundo piso y vio una elegante figura masculina junto a la balaustrada ornamentada: era Mateo.Mateo había llegado y observaba todo desde las altu