Capítulo 155
Valentina no tenía idea de lo que estaba diciendo.

Mateo miró el helado en sus manos, luego su rostro angelical y delicado, y preguntó con voz ronca:

—¿Comer qué?

Valentina tenía la mente en blanco, sin saber siquiera qué estaba preguntando él.

Pum-pum pum-pum, su corazón latía aceleradamente.

La tensión entre ellos era tan densa que podría cortarse.

—Señor Figueroa, me voy a dormir. Adiós —decidió terminar todo y colgó la videollamada.

Daniela se preparaba para bañarse cuando notó el rostro sonrojado de Valentina:

—Valentina, ¿por qué tienes la cara tan roja?

—Debe ser el calor. Daniela, ve a bañarte ya.

—Vale.

Cuando Daniela entró a bañarse, Valentina se quedó sola, comiendo su helado con la cabeza baja. Poco a poco se fue calmando. ¿Por qué se había puesto tan nerviosa antes?

Esta mañana, cuando le preguntó por teléfono si quería su agradecimiento, él le había colgado.

Qué arrogante.

Qué falso.

¿Por qué ahora ya no actuaba así?

En el fondo, ella esperaba que él aceptara su agradecim
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