«Entonces, ¿tu gente salvó a mi amigo?».

Emily se sentó en la silla y miró las fotos enviadas por él en el teléfono. Sus finos labios se apretaron ligeramente. Nadie podía ver lo que ella estaba pensando.

«¿Qué quieres de mí?»

Henry Sharp hizo un gesto con la mano. El camarero sirvió inmediatamente los aperitivos antes de la comida.

Dijo con calma: «Sólo quiero ayudarte. ¿Tengo que tener un propósito?»

«Señor Henry, ¿cree que me lo creo?»

Si sólo quería ayudarla, ¿por qué le hacía fotos y se las enviaba?

Henry sonrió levemente, pero no dijo nada.

Cuando el camarero sirvió todos los platos, cogió la copa y brindó por ella: «¿Qué tal una copa?».

«Lo siento, no tengo costumbre de beber con desconocidos». Emily se negó.

«No somos extraños». Para ellos era su tercer encuentro.

«Para mí, no eres diferente de un extraño».

Aparte de haber comido y saber el nombre del otro, realmente no había más contactos entre ellos.

Emily sólo sabía que él y el Sr. Hunter eran amigos.

Aunque inconscientemen