Emily no sabía qué clase de lugar era aquel.

Solo sabía que la persona que la llevaba era muy elegante, no había otro hombre en el mundo que pudiera ser más elegante que él.

Era alto y tenía los hombros anchos, el pecho fuerte y musculoso.

Sus brazos estaban bien definidos y parecían llenos de fuerza.

Se aferró a ella y su voz era muy varonil.

«¿Crees que estoy interesado?»

Sí… su voz era maravillosa y llena de sensación de seguridad.

La miró y esos ojos eran aún más brillantes y hermosos que las estrellas de la noche.

Este hombre era el más hipnotizante y atractivo que ella había conocido en su vida.

Ella había pensado que en su segunda vida no tendrían nada que ver, pero por el contrario, su relación se hizo cada vez más profunda.

Se estiró para acariciar suavemente su rostro apuesto y sin igual.

En el sueño, su rostro estaba lleno de sudor y era indescriptiblemente seductor.

Como era un sueño, debía hacer y decir lo que normalmente no se atrevería.

Buscó sus labios.

Fu