Hace muchos siglos
--cuando la luna madre nos llena de sabiduría y nos guía hacia la victoria… ahí sabemos que somos bendecidos por la gran diosa Dana....—la omega sentada en el regazo del gran alfa, le decía aquella palabras llenas de amor a su diosa, además de que indica todo aquello mientras acariciaba su abultado vientre y mostraba una brillante sonrisa en la detonaba confianza y amor, para aquel hermoso lobo de ojos azules quien la observaba de igual forma
-- por Speirr que hare contigo… sabes que la diosa Dana no puede hacer mucho por nosotros láska mého života... (Amor de mi vida) los dioses nos abandonaron por culpa de mi abuelo, ese del que tantas reglas seguimos y por esa razón no podemos esperar mucho de ellos...--la chica hizo un gesto despectivo a su alfa, como quien había indicado la peor de las palabras para ella en aquel momento, pues para aquella omega que tanto adoraba a sus dioses era una verdadera ofensa que aquel siempre hablara de aquella manera tan despectiva de sus dioses
--ellos solo quieren guiarnos en la oscuridad, quieren saber que estamos haciéndolo todo bien.... ellos son nuestros brillante luz en la oscuridad fy alffa….-- ¿Cómo podría el discutir aquello con esa brillante loba? lo cierto era que no podría hacerlo, él amaba a su amiga como a nada y aunque ella no era su mate, el no necesitaba una mate para saber que ella era la elegida para pasar todos los siglos que fuesen necesarios a su lado
--lo que tú digas mi bella omega...--la azabache de ojos como lechuza, sonrió ante aquel estupendo lobo que había hecho todo lo necesario para hacerla feliz, incluso si aquello incluía lo que para este o era más que tonterías, al ser enemigo número de los dioses
--cuanto te amo... cuanto te amamos... Mi bello y perfecto alfa...-- la omega acaricio su vientre abultado, junto a su alfa, causando en el que aquellas palabras fuesen lo más puro y perfecto para el alfa líder de la manada de los čistá krev (sangre pura) aquellos lobos una vez malditos por los dioses, pero a la vez bendecidos con una vida eternamente larga, aquello que amaban su forma de vida como a nada debido aquella unión que habían formado con la tierra al ser ya parte de ella
--yo te amo más, yo los amo más... láska mého života (amor de mi vida)— acaricio su rostro y vientre, para luego dar un beso lento lleno de amor y cariño, en lo que esta soltó una pequeña risita al escucharlo, pero voces externas, los sacaron de su burbuja de mor, en lo que el lobo pudo detectar aquellas auras negativas y llenas de maldad, algo que de inmediato hizo que este bajara a su omega de su regazo y se levantara, haciendo que esta lo observara aun sin comprender que podía ser aquello que venía hacia ellos—necesito que te quedes en este lugar... no salgas hasta que yo vuelva por ti... no importa lo que escuches... no salgas… debes mantenerte a salvo tú y nuestro cachorro--la omega no entendía el porqué de sus palabras, pero aun así asintió a las palabras sin un aqueja, al ser ella la omega fiel de su alfa, en lo que esta logro observar como este salió en busca de aquello que causaba tanto revuelo en el lugar, además de causar aquella aura de invasión que sentía en aquellos momentos
Enojados, eso era justamente lo que ocurría, aquellos humanos estaba completamente enojado, algo que no comprendían los lobos, pues ellos no tenía que ver aquellos seres, que fueron hacía mucho tiempo, ellos respetaban cada forma de vida según los había creado los dioses, y por aquella llana razón ellos no se daban ahínco de crear una guerra por tierras y demás, sin contar que todo aquel lugar pertenecía como tal al gran príncipe de los lobos Kilian, quien como tal era aquel lobo que comandaba aquella manada
--vecinos... no entendemos la razón de su enojo, pero cualquiera que sea no somos los culpables.... Hemos vivido en paz por mucho tiempo no hay razón para cambiarlo...--Kilian hablo lleno de tranquilidad, pues no había razón para haber una batalla o una guerra, pero entonces al escucharlos, noto que nada de lo que el quisiese decir o hablar lograría evitar una batalla o una futura guerra
--demonios...
--están malditos...
--muerte a mis malditos...
--maten a los demonios....--no hubo tiempo para nada mas, pues sin más lo humanos se habían ido hacia ellos, con antorchas y trincheras, para acabar con todo aquel que pudiese ser una posible amenaza para la sociedad y para los suyos, los pueblerinos acabaron con niños, omegas y betas, sin importarle lo más mínimos sus tamaños o incluso sus características, querían destruir hasta el más mínimo de ellos todos por igual, mientras los alfas luchaban a toda fuerza para proteger los pocos que le quedaban , al ver a un sinfín de personas dispuestas a acabar con los suyos, en lo que lo que como podían luchaban a un sin convertirse, con el único afán de que estos no viesen su verdadera forma y los convenciese que en verdad si era monstruos, pero aquello no fue lo que hizo que la batalla se diera por terminada, lo que hizo que aquella batalla se diera terminada, fue el grito de una omega en particular, algo que causo que el corazón del gran alfa se paralizara en aquel momento, pues aquello no podía ser verdad
Kilian dando fuertes respiraciones se acercó a su omega, quien yacía completamente inerte en el suelo, luego de una espada hubiese atravesado su vientre por completo causando así la muerte de ella y de su cachorro, su hijo había muerto junto a su esposa, aquello no podía ser verdad, no podían los dioses ser tan crueles con su especie ¿Qué no era suficiente con haberlos malditos? Ahora ellos habían arrebatado la vida de aquella loba que los adoraba con toda su alma
Su vida había acabado, toda su vida ahora ya no era nada, pero entonces uno de aquellos humanos, el mismo que había asesinado a su esposa se acercó a él con la única intención de cortar su cabeza, cosa que no fue más que un gran error, porque de inmediato, este detuvo aquella espada, sujetado la muñeca de aquel humano y logrando que cortara un poco su hombro, algo que la verdad no era nada para aquel dolor tan potente que consumía su alma, en lo que el lobo ya harto de permitir tal acto, dio una mirada a todos aquello humanos que se habían atrevido a arruinar lo único que él consideraba perfecto y digno de admirar en su vida y aquello era su manada junto a su amada esposa
Por lo que sin más que pensar, Kilian se convirtió en un gran lobo, en lo que los demás siguieron su ejemplo y acabaron en lo menos pensado con todos aquello que habían destruido a todas sus familias y cercanos, era el fin ya no había paso a atrás, ya no podían retroceder el tiempo, los lobos se habían convertido en los seres que tanto se negaban a aceptar que eran y ellos no les importaba para ser sinceros, solo querían destruir todo a su paso, en lo que Kilian al lograr acabar con aquel baño de sangre de nuevo se unió a su amada, quien aun yacía sin vida en aquel frio lugar, sin gota de calor
-- láska mého života... ¿de que te sirvió tanto venerar aquellos ingratos...? no te preocupes… yo te vengare a ti… y a nuestro cachorro…--Kilian abrazo fuertemente aquel cuerpo sin vida, mientras se mecía una y otra vez de adelante a atrás, como quien ruega entre llantos que esta despertara, pero jamás llego a ocurrir—devuélvanmela... por favor... solo los quiero de vuelta... por favor... yo sin ella no soy nada.... Por favor....—Kilian lloraba y rogaba a los dioses, mientras que no había la mínima muestra que estos lo estuviesen escuchando en lo que observo como la nieve caía en grandes copos cubriéndolos a totalidad por una fina capa, algo que muchos veían como una respuesta de los dioses, o incluso el mismo príncipe, quien detuvo su llanto y le dio una mirada a su esposa quien ya había perdido el hermoso color de sus mejillas
--si así lo desean... entonces así será...--aquellas fueron las palabras del gran alfa, quien sin importarle más, tomo a su esposa en brazos y la llevo a su antiguo hogar, en que la coloco en la que ahora consideraba su antigua cama y la dejo allí como si dormida se trataba, por lo que antes de apartarse del cuerpo le dio un tenue beso en los labios y le dio una mirada cargada de amor, aquella que había robado su alma y cuerpo por completo, de lo que estaba seguro que jamás conocería alguien igual o mejor que aquella perfecta loba
Kilian sin más que hacer, tomo la antorcha de que iluminaba su hogar, y con un dolor que invadía por completo si alma, incendio el lecho en el que su esposa se encontraba junto a todo su hogar, en lo que salió entre las llamas y observo aquello lleno de dolor y sufrimiento, pues desde ese momento el ya no volvería a aquel hogar, desde aquel momento su manada no volvería aquellos términos de paz que una vez había indicado por el gran Speirr, desde aquel momento la guerra había iniciado y pobre de los humanos, pues ellos se iban a encargar de exterminarlos
--alfa...--Neil, llego junto a su gran alfa, en lo que este observo al alfa quien al parecer habían asesinado a su padre y madre dejándolo completamente solo, algo que causo cierto dolor y afición en el gran lobo
--diles que recojan todo... nos iremos al castillo de Dagda... se iniciara una nueva guerra, la guerra contra los humanos...
--no... dime que es en cualquier lugar, menos allí... el símbolo de los Vicyl está ahí, sabes que no podemos adentrarnos en el lugar, moriremos, además de que yo no hablo ese idioma raro que ellos hablan, no entraremos, ríndete, vamos a casa, le diremos a aquellos lobos que te llamaron que lo lamentamos que no lo encontramos....—la chica observo a su amigo como si le hubiese crecido otra cabeza, en lo que le hizo un gesto con bastante escepticismo a su palabras, algo que causo unas enormes ganas de llorar en aquel, pues sabía muy bien que significa aquella expresión, y solo significaba que aquel símbolo no era nada para ella Aquello debía de ser una broma de los dioses, si en definitiva aquello era lo que estaba frente a él en aquel momento, no era más que una burla de los seres que una vez el juro vengarse. pues el no odia creer que tal imagen legase a ser cierto, no podía creer que su omega estuviese frente a él, Kilian desde que se había adentrado en el ring logro percibir su olor, y se negaba una y otra vez a creer tal suceso, pues aquel aroma ya había muerto hacía mucho tiempo, aunque ahora un poco más fuerte, además de que su lobo le indicaba una y otra vez que su mate se encontraba en el lugar, algo que había ignorado por completo, pues aunque su destina había llegado por ellos, no le importaba en lo más a de otra mujer que no fuese su esposa. --mi príncipe...--Kilian observaba desde la ventana el lugar y podía decirse que la gran capital de territorio había crecido de una manera extraordinaria, ya no se parecía en nada a aquel lugar que una vez dejo cuando partió junto a los guerreros a la guerra, ahora era magnifica, su hermano hacia un gran trabajo en aquel lugar, además de que los lobos se veían tan llenos de vida, a diferencia de los humanos que no se veían para nada bien, se supone que aquello debía hacerlo sentir bien pero la verdad era que ya no era de aquella manera, después de tanto tiempo en el que él había jurado venganza, ahora era todo tan vacío y oscuro que ya no veía aquello como algo que lo saciaba, lo veía más como una gran enfermedad que acaba con él, en vez dUNA BROMA DE LOS DIOSES
HERMANOS
--pero entonces cuando me convierta en un gran alfa yo seré tu mate y estaremos juntos hasta el final....—aquellas palabras habían hecho reír a la humana, que se encontraba en su cama con el pequeño chico quien no dejaba de parlotear de como seria para cuando él sea el gran alfa de la manada, ya que por derecho el regiría un trono debido a que esa era la ley de su padre --estoy segura que serás un gran alfa, pero el problema es que para cuando tú seas un alfa enorme como tus hermanos, yo seré una anciana y ya no me querrás...--aquello logro poner en alerta al pequeño, que parecía caer en cuenta de aquello, como si de una gran
--si no haces lo que decimos haremos que tu vida sea completamente miserable, no olvides solo eres el octavo hermano… no eres nadie en la vida...--los cinco lobos reían sin parar, mientras que aquel pequeño se encontraba completamente congelado del frio y de los nervios, al no tener otra alternativa que estar metido en aquella laguna congelada, que los que se suponen que eran sus hermanos mayores lo había lanzado--ustedes… ¿que se supone que hacen...? llamare a alfa y le diré que ustedes están abusando del cachorro...--aquello observaron a la pequeña omega quien parecía decidida
--parece que te gusta detergerte todo el tiempo en la boca del lobo...--aquello sonó ronco y lleno de miles de connotaciones sexuales, al menos aquello era lo pensaba la chica en aquel momento que no sabía exactamente que palabras poder indicar, para decirle a este que todo había sido un accidente, pero el problema es que su boca estaba completamente sellada, no había el mas mínimo aliento de su ser para decirle que a ella no le gustaría estar en aquellos fuertes brazos que aun la sostenían de la cintura, como quien intenta darle un poco de estabilidad al estar tan cerca--yo... yo...--no habí
--si se van ahora, podrán ser libres... es lo único que deseo para ustedes...--la pequeña niña de tan solo ocho años de edad observaba a su madre como quien indicaba la mayor locura del mundo, aquello no podía ser verdad, ella no podía estar diciendo la verdad, ellos no abandonarían a su padre, ella no lo permitiría--madre no... Dile que no Armi, dile que no...--su hermano observo a su madre lleno de dolor, en lo que su padre le dio un leve apretón en el hombro y asintió con la cabeza, como quien le indicaba que no los culpaban por salir de aquella vida, ellos habí
Entre sueños aquella chica se removía en el sillón de su sala, en el que revivía una y otra vez la muerte de su hermano, hacienda que diera pequeños gemido de angustia, que causaba demasiado desagrado al alfa, quien observaba todo desde lejos, sin poder hacer o decir nada más, que todos los ojos estaba sobre él, algo que lo tenía realmente incomodo, pero entonces noto como Víctor se levantaba del asiento alejado en el que se encontraba y se acercaba al lugar donde se encontraba la chica y le daba y tenue caricia para despertarla, algo que no le simpatizo para nada al príncipe quien frunció el ceño de inmediato al ver aquel comportamiento de su cuñado
Último capítulo