Hace muchos siglos atrás, uno de los reyes más grandes de toda la sociedad celta, llamado Speirr, se dio con lujos y regalos por dioses que jamás llego a imaginar, pero para el aquello no era suficiente, el deseaba algo más, el deseaba poder vivir una vida lo suficientemente larga para seguir gozando de las virtudes los dioses, deseaba tener aquello que más que nada deseaba cualquier mortal, y aquello era una vida eterna, en lo que hablo con todos los dioses en medio de suplicas, rogaba a moringa a Brand e incluso a Dagda el dios principal de los druidas, todos con la única intención de que este le dieran la bendición de tener una vida eterna
De conservar todas sus riquezas, de ser poderoso ante todos, aquello era imposible para los dioses, estos le quería de sobremanera, pero lo que pedía no estaba en su capacidad, lo amaban, porque así era, los dioses ante sus ojos no había mortal más lleno de bendiciones como lo era el, pero no podían hacer tal cosa, el hecho de darle vida eterna a un ser vivo era algo insensato, además de ser más que un bendición esto era una maldición, el rey ya arto de aquellos negaban una y otra vez a sus suplicas.
Se sentía devastado al notar que al parecer no había hecho suficiente para obtener tal regalo de los dioses, por lo que tomo la determinación que esta vez haría las cosas de manera completamente distinta, ya estaba harto de suplicas sin ningún tipo de retribución, estaba harto de rogar por algo que no le daría, por lo que objeto en llamar a todos sus súbditos y ya harto de que estos lo ignorasen decidió hacer algo drástico
Speirr tenía un plan y estaba seguro que no tendría fallas, no había duda que ellos lograrían su cometido, a lo que decidió llamar a un banquete a todos los dioses, aquellos más que extrañados por la inusual invitación después de aquellos enojos recientes del mortal, decidieron darle una oportunidad para limar asperezas, por lo que sin más aceptaron y aunque sabían que aquel estaba enojado por no conceder su deseo, en su corazón estaban completamente seguros que Speirr simplemente entendería que aquello no podría ser, el banquete se sirvió lleno de vino y música, ene l que todos esperaban con acacias a cada uno de los dioses, algo que ellos los tenía más extasiados, al ver como cada uno de ellos habían aceptado sus invitaciones con la única intención de mejorar los pesares del humano
Pero entonces antes de estos pudiesen tomar asiento para iniciar con la comida. Dagda observo a atentamente a aquel rey que tanto él como todos había mimado y estimado de sobremanera, pues lo que habían hecho ellos y sus sirvientes era una completa herejía, era un pecado, el jamás le perdonaría tal osadía y tal monstruosidad, Dagda lo observo lleno de enojo, ira e incluso decepción, aquel se encontraba lleno de tristeza ante algo tan poco humano, tal poco digno de aquel que ellos habían amado grandemente
No lo comprendía, le habían dado todo, belleza, poder, amor e incluso bendiciones inimaginables, ahora este hacia aquello como quien quería demostrar la falta de poder o incluso quien los trataba como si fuesen seres sin amor hacia aquello habían creado, Dagda estaba completamente herido hasta lo más hondo de su corazón, su favorito su gran privilegiado, lo había lastimado grandemente, pues aquella bendición que el hoy ofrecía ante él, como si de comida se tratara, el mismo la había enviado como su regalo más grande, con tal acción el mortal solo demostraba que no apreciaba su gran detalle y por esa única razón el dios se sentía completamente herido
--tú... ¿Cómo osas a invitarnos a comer en tu mesa, cuando tú y tus sirvientes nos incitan a comer a sus propios hijos? Actúan como bestias sin sentido, es más las bestias amarían a sus hijos y los protegerían, no harían lo que osas en hacer...--Dagda estaba tan enojado que sin pensarlo tomo la decisión que lo llevo a arrepentirse durante muchos siglos, pero aun así en aquel momento llevado por el odio decidió darle lo que tanto quería, pero con ello él le daría una cláusula más en aquel deseo tan macabro que anhelaba con todo su ser
--si tanto odias ser humano... pues que así sea... te condeno a ser odiado por ellos al saber quién eres en realidad, que tu vida eterna te acompañe en convertirte en bestias que es lo que en realidad son todos ustedes… que la vida se encargue de convertirte en el monstruo que tanto eres y que con los siglos te des cuenta de que más que una bendición, te doy una maldicen vicyl...--sin más, en aquel reino los aullidos invadieron aquel reino, dejando atrás cada uno de sus lugares invadidos de ahora bestias y no humanos, mientras que los dioses observaban algunos con dolor, y otros con lástima tal hecho, pues sin más que hacer estos decidieron dirigirse hacia los bosques en busca de un refugio. El dios lloraba aquella gran traición en su corazón por sentir que su humano favorito lo había traicionado de tal manera
De aquella forma los dioses decidieron que no interferirían más en la vida de los humanos, que estos viviera según sus designios y que los pequeños regalos que le darían seria por las fuerzas en las adversidades ante el dolor, no con la intención de verlos en un mundo lleno de sufrimiento, lo hacían para que estos fuesen fuertes, pues los humanos que ellos habían creado con tanto amor, solo eran seres llenos de egoísmo y envidia, además de un deseo incontrolable de tener más y más, una ambición que no llenaba sus corazones con nada que se le ofreciera
Por lo tanto lo mejor que ellos le podían ofrecer de ahora en adelante, sería la capacidad de escucharlos y rogar a que todo saliese bien, pues solo un ser fuerte sobrevivirá en aquella tan exhaustiva forma de vida que habían tomado cada uno de ellos, una vida en la que el más fuerte sobrevivía y el más débil solía ser quien más sufría
Los dioses partieron del mundo de los humanos, en aquel entonces y con ellos dejaron muchas nuevas normas de vivir en el mundo de los mortales para aquella nueva raza, en el que Dana la gran diosa de la vida o más bien conocida como diosa de la luna fue la encargada de guiarlos y enseñarles cómo vivir de una manera humana, además de ser la indicada de buscar en cada lobo una pareja destina creado así una manera armoniosa de que estos viviesen una vida larga sin tanto dolor invadiendo su corazón, pues como muchos dioses decía. Muchos de sus hijos no tenía la culpa de los actos de sus padres, era una lástimas que los lobos no pensaran de aquella manera, antes de llegar la gran guerra
Hace muchos siglos--cuando la luna madre nos llena de sabiduría y nos guía hacia la victoria… ahí sabemos que somos bendecidos por la gran diosa Dana....—la omega sentada en el regazo del gran alfa, le decía aquella palabras llenas de amor a su diosa, además de que indica todo aquello mientras acariciaba su abultado vientre y mostraba una brillante sonrisa en la detonaba confianza y amor, para aquel hermoso lobo de ojos azules quien la observaba de igual forma
--no... dime que es en cualquier lugar, menos allí... el símbolo de los Vicyl está ahí, sabes que no podemos adentrarnos en el lugar, moriremos, además de que yo no hablo ese idioma raro que ellos hablan, no entraremos, ríndete, vamos a casa, le diremos a aquellos lobos que te llamaron que lo lamentamos que no lo encontramos....—la chica observo a su amigo como si le hubiese crecido otra cabeza, en lo que le hizo un gesto con bastante escepticismo a su palabras, algo que causo unas enormes ganas de llorar en aquel, pues sabía muy bien que significa aquella expresión, y solo significaba que aquel símbolo no era nada para ella Aquello debía de ser una broma de los dioses, si en definitiva aquello era lo que estaba frente a él en aquel momento, no era más que una burla de los seres que una vez el juro vengarse. pues el no odia creer que tal imagen legase a ser cierto, no podía creer que su omega estuviese frente a él, Kilian desde que se había adentrado en el ring logro percibir su olor, y se negaba una y otra vez a creer tal suceso, pues aquel aroma ya había muerto hacía mucho tiempo, aunque ahora un poco más fuerte, además de que su lobo le indicaba una y otra vez que su mate se encontraba en el lugar, algo que había ignorado por completo, pues aunque su destina había llegado por ellos, no le importaba en lo más a de otra mujer que no fuese su esposa. --mi príncipe...--Kilian observaba desde la ventana el lugar y podía decirse que la gran capital de territorio había crecido de una manera extraordinaria, ya no se parecía en nada a aquel lugar que una vez dejo cuando partió junto a los guerreros a la guerra, ahora era magnifica, su hermano hacia un gran trabajo en aquel lugar, además de que los lobos se veían tan llenos de vida, a diferencia de los humanos que no se veían para nada bien, se supone que aquello debía hacerlo sentir bien pero la verdad era que ya no era de aquella manera, después de tanto tiempo en el que él había jurado venganza, ahora era todo tan vacío y oscuro que ya no veía aquello como algo que lo saciaba, lo veía más como una gran enfermedad que acaba con él, en vez dUNA BROMA DE LOS DIOSES
HERMANOS
--pero entonces cuando me convierta en un gran alfa yo seré tu mate y estaremos juntos hasta el final....—aquellas palabras habían hecho reír a la humana, que se encontraba en su cama con el pequeño chico quien no dejaba de parlotear de como seria para cuando él sea el gran alfa de la manada, ya que por derecho el regiría un trono debido a que esa era la ley de su padre --estoy segura que serás un gran alfa, pero el problema es que para cuando tú seas un alfa enorme como tus hermanos, yo seré una anciana y ya no me querrás...--aquello logro poner en alerta al pequeño, que parecía caer en cuenta de aquello, como si de una gran
--si no haces lo que decimos haremos que tu vida sea completamente miserable, no olvides solo eres el octavo hermano… no eres nadie en la vida...--los cinco lobos reían sin parar, mientras que aquel pequeño se encontraba completamente congelado del frio y de los nervios, al no tener otra alternativa que estar metido en aquella laguna congelada, que los que se suponen que eran sus hermanos mayores lo había lanzado--ustedes… ¿que se supone que hacen...? llamare a alfa y le diré que ustedes están abusando del cachorro...--aquello observaron a la pequeña omega quien parecía decidida
--parece que te gusta detergerte todo el tiempo en la boca del lobo...--aquello sonó ronco y lleno de miles de connotaciones sexuales, al menos aquello era lo pensaba la chica en aquel momento que no sabía exactamente que palabras poder indicar, para decirle a este que todo había sido un accidente, pero el problema es que su boca estaba completamente sellada, no había el mas mínimo aliento de su ser para decirle que a ella no le gustaría estar en aquellos fuertes brazos que aun la sostenían de la cintura, como quien intenta darle un poco de estabilidad al estar tan cerca--yo... yo...--no habí
--si se van ahora, podrán ser libres... es lo único que deseo para ustedes...--la pequeña niña de tan solo ocho años de edad observaba a su madre como quien indicaba la mayor locura del mundo, aquello no podía ser verdad, ella no podía estar diciendo la verdad, ellos no abandonarían a su padre, ella no lo permitiría--madre no... Dile que no Armi, dile que no...--su hermano observo a su madre lleno de dolor, en lo que su padre le dio un leve apretón en el hombro y asintió con la cabeza, como quien le indicaba que no los culpaban por salir de aquella vida, ellos habí