Tres semanas habían transcurrido desde el baile hasta que decidieron visitar el pueblo de Goldwood, para ello debían ser meticulosos para no levantar sospechas, y por sobre todas las cosas acordaron compartir una mentira en común para con sus padres, a éstos les dijeron que harían un viaje los cuatro al bosque donde pensaban acampar todo el fin de semana.

Prepararon lo necesario, llevaban dinero en efectivo, teléfonos móviles y por sobre todo también cargaron en el automóvil el equipo para acampar ya que así su mentira sería creíble, la verdad era que pensaban hospedarse en algún hotel de Goldwood que hallaran disponible.

Dos horas y media pasaron hasta que lograron divisar el cartel que anunciaba: ¡Bienvenidos a Goldwood! Tras lo cual ingresaron en el pueblo donde buscaron un hotel, registrándose y pidiendo dos habitaciones separadas, en una dormirían Amy y Olivia, en la otra Steven y Lucas, cada una de las habitaciones contaba con dos camas individuales; a su llegada eran la