Fer llegó al chalet con una sonrisa rebosante, una que no podía ocultar. Cada paso que daba lo acercaba más a Naty, y al verlo, los niños salieron corriendo a abrazarlo. Dylan, con su carita de pocos amigos, lo abrazó fuerte, pero al separarse lo miró fijamente y, con una ceja levantada, le preguntó:—¿Te vas a casar con mi madrina? —su tono era serio, como si estuviera haciendo una importante pregunta de vida o muerte.Fernando, por un momento, se quedó congelado. No sabía si tomarlo en serio o si el pequeño estaba jugando. Pero Dylan, tan celoso como siempre, insistió.—Porque si no te casas con ella, no pueden dormir juntos como lo hacen mis papis. —Dylan se cruzó de brazos, como si hubiera dado una sentencia final.Gabo y Flor no pudieron evitar reírse al ver la incomodidad en la cara de Fernando, pero apoyaron a Dylan en la moción. Flor, con su tono juguetón pero tierno, se acercó a Fer y, como si fuera la más sabia del grupo, le dio una sugerencia.—Sabes, Fer, que este niño tie
La mañana amaneció con un cielo despejado y una brisa cálida que prometía un día perfecto. Naty se estiró en la cama, sintiendo el calor suave del sol filtrarse por las cortinas. Al abrir los ojos, se encontró con la mirada tierna de Fernando, que la observaba con una sonrisa serena.—Buenos días, mi amor —susurró Fer, acercándose para besarla suavemente en la frente.Naty sonrió, sintiéndose completamente feliz. Habían decidido que ese día sería para disfrutar de la ciudad, para crear nuevos recuerdos y compartir momentos inolvidables. Después de un desayuno ligero, Fer la tomó de la mano y salieron a recorrer las calles.La ciudad estaba viva, llena de colores y aromas que invitaban a explorar. Caminaron por el centro, admirando los edificios históricos, las plazas llenas de vida, y las tiendas con sus vitrinas decoradas. Naty, emocionada, señaló una heladería que recordaba de una visita anterior.—¿Vamos por un helado? —preguntó, con los ojos brillantes de alegría.Fer asintió, enc
Capítulo: La Propuesta Perfecta La semana de vacaciones pasó volando, entre risas, abrazos y momentos de complicidad. Naty y Fernando disfrutaron cada instante juntos, fortaleciendo su amor y esperando con ansias los resultados de los últimos análisis. Finalmente, el día llegó, y con él, la noticia que tanto esperaban: Naty estaba libre de la infección. Cuando salieron del consultorio, Fernando no pudo contener su felicidad. Con una sonrisa de oreja a oreja, levantó a Naty en un abrazo y giró con ella en el aire. —¡Hoy es el día! —dijo riendo, sus ojos llenos de alegría—. ¡Podemos volver a nuestra vida normal! Naty rió junto a él, sintiendo una mezcla de alivio y emoción. Después de semanas de reposo y cuidados, al fin podía volver a disfrutar de las cosas simples que tanto extrañaba. —Sí, Fer, hoy es el día —repitió, abrazándolo con fuerza—. Gracias por estar a mi lado en todo momento. —Siempre, Naty —respondió Fer, mirándola con ternura—. Siempre estaré aquí para ti y para Nan
Capítulo: La Noche Más EsperadaFernando tomó la mano de Naty mientras salían del restaurante. La noche había sido perfecta, pero aún había más en su plan. La condujo hacia la suite que había reservado en el hotel. El lujo y el cuidado en cada detalle reflejaban el amor y la dedicación que Fernando había puesto para hacer de esta velada algo inolvidable.Al abrir la puerta de la suite, Naty quedó sorprendida. El ambiente estaba iluminado por velas suaves, y el aroma de rosas frescas llenaba el aire. La cama estaba cubierta con pétalos de flores, y una suave música instrumental creaba un ambiente de calma y romanticismo. Todo era como en un sueño.Fernando, con una mirada llena de amor, la tomó por la cintura y la acercó a él.—Naty, esta noche es solo nuestra. Quiero que sientas cuánto te amo, cuánto te he extrañado.La noche avanzaba lentamente, y en la suite, el ambiente estaba cargado de una magia especial. Fernando tomó la mano de Naty y, sin decir una palabra, la llevó al centro
Capítulo: Entre la Costa y el Pueblo Natalia y Fernando disfrutaban cada momento en la costa, donde el sonido del mar y la brisa salada les ofrecían una paz que no habían experimentado en mucho tiempo. El embarazo de Nati avanzaba sin complicaciones, y cada día se sentían más conectados con el bebé que pronto llegaría a sus vidas. Sin embargo, el tiempo pasaba, y con ello, la necesidad de decidir dónde establecer su hogar se volvía inminente. Una Encrucijada de Corazones A Naty le encantaba la tranquilidad de la costa. Las largas caminatas por la playa, las tardes soleadas y la sensación de libertad que ese lugar le brindaba eran inigualables. Sin embargo, su corazón también estaba en el pueblo, donde había formado lazos profundos. Allí estaban Flor y Gabo, sus entrañables amigos, con quienes había compartido tantos momentos importantes. Además, sus ahijados y los niños de la comunidad le llenaban el alma con su alegría y vitalidad. El pueblo también albergaba su consultorio de
Capítulo: Un Nuevo Comienzo en Casa La brisa marina acariciaba el rostro de Natalia mientras observaba a Fernando preparar su bolso para otro turno de bombero. Cada vez que él se iba, sentía un pequeño vacío en su pecho, aunque sabía que su amor por su trabajo era algo que nunca cambiaría. Sin embargo, esta vez, Nati tenía algo diferente en mente. "Fer, creo que ya es hora de hablar", dijo Nati suavemente, apoyándose en el marco de la puerta. Fernando levantó la vista y vio la seriedad en sus ojos, acercándose a ella de inmediato. "¿Qué pasa, mi amor?", preguntó, dejando el bolso a un lado y rodeándola con sus brazos. "Me he dado cuenta de que no quiero seguir así, con esta rutina de despedidas. La costa ha sido un refugio para nosotros, un lugar de reencuentro, pero… mi hogar está contigo, en el pueblo, donde todo comenzó", explicó, acariciando su vientre que ya mostraba con orgullo su avanzado embarazo. Fernando la miró con ternura, entendiendo cada palabra. Sabía lo difícil qu
Un Sí en Año Bisiesto El aire estaba lleno de emoción mientras Natalia y Fernando anunciaban su decisión la cual era que se casarían antes del nacimiento de su bebé. Pero no sería una boda cualquiera. La fecha elegida era tan singular como su amor de ellos , el 29 de febrero, un día que solo aparece en el calendario cada cuatro años. Esa decisión fue inusual pero muy meditada por ellos el día elegido era perfecto . "¿Por qué el 29 de febrero?", preguntaban amigos y familiares, con una mezcla de curiosidad y asombro. Fernando, con una sonrisa divertida, respondía: "Porque somos diferentes. Queremos que cada aniversario sea aún más especial, algo que nuestros hijos y nietos puedan contar con orgullo". Nati reía, sosteniendo su vientre con ternura. "Es perfecto para nosotros. Además, siempre podremos bromear sobre celebrar cada cuatro años". Aunque muchos intentaron disuadirlos, su decisión estaba tomada. La fecha era única, y eso la hacía perfecta. Todos se juntaron para ayudar c
La madrugada del 24 de marzo trajo consigo el nacimiento de Nando, un momento que Natalia y Fernando esperaban con ansias y nervios. El día anterior, Naty había estado experimentando contracciones intermitentes. A pesar de ser una doctora con años de experiencia en ginecología, se encontraba enfrentando una paradoja peculiar: el temor al parto. Las contracciones que describía con naturalidad a sus pacientes ahora la sumían en una mezcla de ansiedad y emoción.La casa estaba en silencio, pero en el interior de Naty había una tormenta. Se sentía indecisa sobre si llamar o no a Fernando, quien estaba de turno en el cuartel de bomberos. Mientras tanto, en el pueblo, un corte de agua había causado inconvenientes para todos. Flor, su amiga inseparable, la visitó y, al ver su estado, sugirió con firmeza: "Naty, debemos llamar a Fer".Fer, que había estado trabajando arduamente combatiendo incendios provocados por el viento y el calor, respondió a la videollamada con la cara tiznada de hollín