Cualquiera que haya visitado el Parque Guaraira Repano sabe que es una experiencia única durante el día... desgraciadamente no se puede decir lo mismo durante la noche, y más cuando tu única compañía es la vaga bruma inverosímil de tus propios pensamientos.Desafortunadamente me toco vivir esa experiencia, ya que cada momento en que surcaba aquel laberinto de trochas, enramados y bosques torcidos y gigantescos, la noche se hacía sentir con más fuerza mientras transcurrían las horas, hasta el punto que la única iluminación posible y que me ayudo relativamente a guiarme fue la débil luminaria de la luna.De repente comencé a escuchar el resonar interno de la dichosa voz con un aire de obstinación:

-Esto es increíble, mientras tus "amigos" ya deben estar en sus casas disfrutando una cálida cena, nosotros seguimos en esta inmunda montaña rodeado por quien sabe que

-Tarde o temprano bajaremos, además que nos podría pasar

-¿Eres idiota?- resonó con fuerza en mi cabeza- esto es un bosque, bestias hambrientas acechan por todas partes sin mayor certeza en su minúsculo cerebro que despedazar a cualquiera que le sirva de alimento

-No podemos ser ángel del desastre- decía conteniendo el nerviosismo- seguramente llegaremos sin problemas a las faldas del Ávila

-Si no es que antes servimos de cena a alguna criatura de esta inmundicia hecha naturaleza

-Vaya sorpresa, preocupando por mi bienestar, acaso terminaremos como amigos en un mismo cuerpo, por más extraño que suene

-No te pongas melodramático, de nada me sirves muerto, además necesito a alguien para cumplir mi cometido

-Ya te dije que no me convertiré en asesino para tu macabra diversión

-La circunstancias dictaminaran todo, usted solo tiene que escucharme a mí, o acaso olvidas lo de hace rato

-Por supuesto que no pero...

-Pero nada, salgamos de aquí y luego veremos mi cometido dar frutos

Después de atravesar una intrincada trocha, llegue a un claro cercano a una cascada, donde, a pesar de ser agua de la cascada, la sed pudo más que yo y me dispuse a beberla; en ese momento sentí detrás de mí una respiración acelerada, me voltee lentamente y me encontré con una criatura extraña: era como un felino, pero su rostro se asemejaba a una hiena; como si ambas especies hubiesen tenido un hijo bastardoMe quede petrificado mientras la criatura se acercaba lentamente con una mirada fija y agresiva que me hacía pensar que en cualquier momento saltaría hacia mi

-Lo que faltaba, parece que hoy correrá sangre

-Vaya, que positivo

-No me refería a la tuya...

En ese momento la criatura gruño y se fue acercando hacia mí, sin saber que ocurriría; levanto sus patas delanteras como si fuera un caballo y se lanzo hacia míNo sabía qué hacer y esperaba mi fin

Pero ese tampoco sería mi fin...

Me quede paralizado con los ojos cerrados por unos segundos esperando el primer mordisco o el primer zarpazo de la bestia, pero este nunca llego; abrí los ojos lentamente y veía que mi brazo sujetaba su cuello mientras este hacia un gemido agonizante mientras sus patas se sacudían violentamente.Fue justo ahí que perdí el control de mi mismo...

-Que te pasa lindo gatito, acaso no te gusta una caricia en tu fino cuello

El animal solo pateaba sin poder incorporarse ante esta situación

-Que tal un abrazo

Comencé a abrazar su cuerpo con una fuerza impresionante, sangre brotaba de sus ojos y boca mientras lentamente percibía que su respiración disminuía y la vida se le escapaba lentamente de su cuerpo

-Así me gusta, duerme linda criatura, ojala los buitres no te molesten mucho jajajajjajajajajajaja

Fue allí cuando recobre el control de mi cuerpo y salí rápidamente de aquel lugar, totalmente consternado tanto por lo ocurrido como por la sangre que corría por mis brazos, que era aceitosa y de un tono morado intenso. Después de varios tropiezos logre llegar a la entrada de Sabas Nieves, contando con la suerte de que un taxi ocasional paso por el lugar y me llevo rápidamente a mi hogar.La familia estaba sumamente asustada por la hora y la sangre en mis brazos, a la cual aludí que solo era por un buitre muerto que cayó sobre mí de la nada y que su cuerpo estaba manchado de sangre. Aunque el regaño y la impresión fueron muy fuertes, logre acostarme en mi cama a descansar después de tan horrida situación.

Y esto solo sería la punta del iceberg de lo lejos que llegaría "eso"...