Evangelin se sentó en un banco al lado de la cama donde me acostaba mientras mi compañero me levantaba, aun inconsciente, y me colocaba en la cama, aun consternado por aquella mancha que cubría mi brazo
-Después de todo esto ¿Me vas a contar lo que estas sucediendo?
-Supongo que después de semejante espectáculo no tengo otra opción, bueno déjame traer algo de la cocina y te explicoEl muchacho se levanto rápidamente y fue a la cocina mascullando entre los desgastados cachivaches buscando las barras de chocolate que compraba para saciar las energías que la escasa comida no podía compensar.
Mientras tanto, en la cama Evangelin miraba mi cuerpo inconsciente con extrañeza por el brazo manchado d
Debo admitirlo, porque es algo que mas allá de mi situación me traía alegría, era ver a aquella muchacha que trasmitía una aura tan apacible que sencillamente sentía que su presencia era más efectiva para alejar mis demonios que el propio aceite del muchacho cuando lo ponía en mi frente como una protección irrefutable al control del enteLa muchacha solo se quedaba cerca de mí, observando con un repelús poco disimulado mi brazo manchado, que de un momento a otro comenzó a darme un escozor que, aunque no era muy fuerte, su persistencia era en cierto modo desesperante.De repente, el muchacho entro al cuarto con un enorme libro, casi tan grande como una mesa y lo puso bruscamente en la cama, abierto en una parte con un dibujo de unos gemelos y una información a sus costados
-No estaremos con esto toda la noche- decía el policía mientras me observaba detenidamente, esposado a una silla en un cuarto de la comandancia- dinos que hiciste con nuestros compañeros-Ya le dije que no lo se- dije con cierto miedo en mi timbre de voz-además le aseguro que nos les hice daño fue...-"Un ente que controla mi cuerpo", acaso crees que somos pendejos, crees que nos comeremos tan descabellada excusa, si fuera por eso a cuantos asesinos no hubiésemos dejado libre diciendo que eran controlados por fantasmas o "entes", dinos que hiciste con sus cuerpos-Que no lo se, lo juro...En ese momento, un policía que estaba a mi espalda me golpea con un bastón en la espalda y caigo al piso agonizando-Basta de ridiculeces- decía el policía bastante al
Ya no sabía que mas hacer, sentía que de un momento a otro esas sacudidas violentas en el vació dejarían de tener efecto en el exterior y podría asumir el control y escapar, perdiéndome a mí y condenando al mundo que me rodea.No fue sino en el momento justo en que iba a derribar el muro cuando sentí que el cuerpo inexplicablemente se derrumbo en el piso, como si una montaña de barro hubiese cedido en todo mi cuerpo y no me dejara levantarme nuevamente; no sabía que había ocurrido, pero por un momento sentí un extraño alivio segundos antes de caer inconsciente.Al despertarme, seguía muy confundido, moví mis manos y mis piernas y me alegre de tener el control nuevamente, al fin pude mirar a mi alrededor y vi a mi compañero, a
La carretera por lo que veo era nuestra única compañía en esa travesía que comenzaba a tornarse turbia al descender lentamente la neblina por el lugar; lamentablemente no teníamos otra opción: aquella carretera no solo daba a la ciudad, sino que nos guiaría muy fácilmente hasta mi casa, donde de una vez por todas lograre disipar esta extraña presencia que en las últimas semanas me ha atormentado de múltiples maneras posible, arruinando de manera paulatina mi vida hasta volverme un simple monigote apoyado por dos personas a las cuales les sería más fácil dejarme a mi suerte que tener que cargar este martirio de forma tan tranquila, siendo una extraña extensión de mi miedo a volverme el servil huésped del ente sin alma que aspira de una manera recóndita tener un cuerpo para actuar a placer, tenerme, poseerme, sentirs
Ya no podíamos seguir perdiendo el tiempo, debíamos llegar a toda costa a mi casa, la cual calculaba que aun faltaban como 3 o 4 kilómetros para llegar, lo cual podría hacerse una eternidad tomando en cuenta la desaparición momentánea del ente, aunque probablemente esté actuando desde mucho más profundo que antes, por cada minuto que pasa puede ser un paso que logra para infiltrarse definitivamente en mi mente y regresarme a ese vacío en mi psique sin posibilidad remota de volver a controlar mi cuerpo.Evangelin y mi compañero estaban visiblemente exhaustos, tanto por el gran recorrido que hemos hecho desde la comisaria hasta la carretera donde nos encontrábamos; como por el cansancio premonitorio sobre la dura prueba que sería el confinamiento definitivo de aquella criatura en el espejo del que sali&oacu
-Aunque, como usted lo pide a gritos, le daremos una razón para dudarEl muchacho y Eva veían como salía rápidamente del auto y me ponía a unos escasos metros de aquel tipo, con una actitud que denotaba un odio impronunciable, al mismo tiempo que mostraba una mirada altiva y orgullosa, como si supiera lo que va a ocurrir y se vanagloriara con ello-No Andrés, no hagas una estupidez, por favor- decía Eva muy desesperada-Ya es tarde querida, además Andrés ya no está aquí, es mi oportunidad para poder escapar definitivamente de aquíEl hombre miraba con incredulidad aquel cambio de situación, aunque no vacilaba en querer hacerme daño con aquel fierro oxidado
-Bueno, alguno de ustedes tiene idea de cómo podremos entrar a mi casa- decía a los muchachos mientras me observaban expectantes-No sé, tú conoces mejor tu casa, deberías saber si hay alguna forma de entrar allí sin pasar por el frente-Bueno- decía mientras trataba de hacer memoria, después de cavilar mucho se me ocurrió algo - ya recordé, justo detrás del jardín hay una pequeña gruta que está conectada al desagüe, fue un error de filtración que nunca reparamos, es lo suficientemente grande para que pasemos por allí, aunque les digo que no será agradable-Aun después de todo lo que pasamos crees que nos vamos a cohibir por algo tan estúpido- dec&ia
Nunca me sentí mas como un desconocido o como un extraño en cualquier lugar de la casa como me sentía en aquella sala, el lugar donde toda esta pesadilla comenzó.Observábamos a las patrullas y a los guardias vigilar la entrada con un agavillamiento muy estricto, por lo que nos deslizamos lentamente por la sala hasta quedar sentados justo en el medio con el fin de que no nos observaran.La sala era aun en la penumbra de la noche una visión espectacular: era amplia con distintos muebles de colores verdosos y ocres con molduras de madera, una chimenea cuidadosamente creada y decorada de forma perpetua con el atuendo navideño que combinaba a la perfección con tan alegórico espacio, un piso con cerámica con mándalas sutiles en su centro, una mecedora junto a los mu