-Bueno, lo primero que debo decirte es que no me subieron unos maleantes al árbol, en realidad... yo pedí que me subieran
-QUEEE?! es que estás loco, como puedes hacer semejante locura-Detente- decía la voz en mi cabeza- no puedes confiar en ella, nos pondría en riesgoIgnore la voz y continué con mi relato:
-Era para probarme estoy ejercitando... mi mente
-No crees que es un ejercicio algo extremo para algo tan sencillo como ejercitar la mente, leer, hacer ejercicios, hasta un buen videojuego puede ejercitar nuestro cerebro-En realidad tengo que ejercitarla así para poder superar algo-¿Que cosa?-CALLATEEEEE- gritaba la voz en mi cabeza- NO SIGAS O ME VERÉ OBLIGADO A LO PEOR, SABES QUE NO ME TEMBLARA EL PULSO-Estoy afrontando... un... un...-Un que????-Un... ente en mi mente-Parece que la sangre ya te está afectando- decía entre sarc&aacSeguía allí amarrado a aquel árbol mientras la muchacha leía su libro y me observaba de reojo mientras sujetaba aquella rama afilada; de un momento a otro llego el muchacho con una bolsa negra y al ver en lo que me encontraba, soltó la bolsa y se abalanzo en la muchacha quitándole la rama y tirándola al piso, al mismo tiempo que la sujetaba en el aire y sacaba un pequeño cuchillo de su manga-Que pretendías hacerle- decía el muchacho muy alterado-Ahhhhhhhh- gritaba la muchacha-No le hagas daño, ella no me va a hacer daño-Ah sí, entonces porque estas amarrado en el árbol-Lo hizo en defensa propia- decía también alterado- volvió a poseerme el ente y mientras lo frenaba me desmaye y ella me amarro
Regresábamos a la casa en ruinas y podía divisar la molestia del muchacho desde que llego a la escena hasta volver al hogar, por lo que no pude evitar preguntar:-Te sucede algo-Es increíble- decía el muchacho con tono de decepción- tratando de entrenar tu mente y dejas que te invada aun más la incertidumbre-¿A que te refieres?-No creas que no lo note, esa muchacha estaba creando una clara confusión en tu mente y eso es muy peligroso-¿Peligroso?-El ente que tienes en tu cabeza solo puede actuar con tranquilidad en momentos de inestabilidad y el amor es un detonante muy poderoso de inestabilidad, ya que bajas las barreras emocionales y te muestras indefenso ante las actuaciones externas o, en tu caso, las internas; el ente sabrá aprovechar ese amor para repotenciarse en el más m&iacu
Una locura compensa a la otra, inclusive puede aniquilar a la primera o en su efecto debilitara lo suficiente para no causar daño; en este caso la estridencia sónica causaba un efecto colateral en el ente; haciendo increíblemente errático y agresivo, hasta que llego un momento en que lamentablemente logró tomar el control de mi cuerpo en el afán de acallar esos insoportables ruidos.-Ya me canse de esto, es hora de acabar con estos malditos estorbos- decía el ente mientras se lanzaba violentamente contra el megáfono que estaba atado a la mesa y el reproductor, destruyéndolos como si de cristal se tratase de cristal-Al fin te veo en todo tu esplendor- decía mi amigo en tono desafiante- no pensaba que fueras tan fuerte pero igual no lograras tu objetivo-Que risa me das, simple criatura- decía la voz co
Evangelin se sentó en un banco al lado de la cama donde me acostaba mientras mi compañero me levantaba, aun inconsciente, y me colocaba en la cama, aun consternado por aquella mancha que cubría mi brazo-Después de todo esto ¿Me vas a contar lo que estas sucediendo?-Supongo que después de semejante espectáculo no tengo otra opción, bueno déjame traer algo de la cocina y te explicoEl muchacho se levanto rápidamente y fue a la cocina mascullando entre los desgastados cachivaches buscando las barras de chocolate que compraba para saciar las energías que la escasa comida no podía compensar.Mientras tanto, en la cama Evangelin miraba mi cuerpo inconsciente con extrañeza por el brazo manchado d
Debo admitirlo, porque es algo que mas allá de mi situación me traía alegría, era ver a aquella muchacha que trasmitía una aura tan apacible que sencillamente sentía que su presencia era más efectiva para alejar mis demonios que el propio aceite del muchacho cuando lo ponía en mi frente como una protección irrefutable al control del enteLa muchacha solo se quedaba cerca de mí, observando con un repelús poco disimulado mi brazo manchado, que de un momento a otro comenzó a darme un escozor que, aunque no era muy fuerte, su persistencia era en cierto modo desesperante.De repente, el muchacho entro al cuarto con un enorme libro, casi tan grande como una mesa y lo puso bruscamente en la cama, abierto en una parte con un dibujo de unos gemelos y una información a sus costados
-No estaremos con esto toda la noche- decía el policía mientras me observaba detenidamente, esposado a una silla en un cuarto de la comandancia- dinos que hiciste con nuestros compañeros-Ya le dije que no lo se- dije con cierto miedo en mi timbre de voz-además le aseguro que nos les hice daño fue...-"Un ente que controla mi cuerpo", acaso crees que somos pendejos, crees que nos comeremos tan descabellada excusa, si fuera por eso a cuantos asesinos no hubiésemos dejado libre diciendo que eran controlados por fantasmas o "entes", dinos que hiciste con sus cuerpos-Que no lo se, lo juro...En ese momento, un policía que estaba a mi espalda me golpea con un bastón en la espalda y caigo al piso agonizando-Basta de ridiculeces- decía el policía bastante al
Ya no sabía que mas hacer, sentía que de un momento a otro esas sacudidas violentas en el vació dejarían de tener efecto en el exterior y podría asumir el control y escapar, perdiéndome a mí y condenando al mundo que me rodea.No fue sino en el momento justo en que iba a derribar el muro cuando sentí que el cuerpo inexplicablemente se derrumbo en el piso, como si una montaña de barro hubiese cedido en todo mi cuerpo y no me dejara levantarme nuevamente; no sabía que había ocurrido, pero por un momento sentí un extraño alivio segundos antes de caer inconsciente.Al despertarme, seguía muy confundido, moví mis manos y mis piernas y me alegre de tener el control nuevamente, al fin pude mirar a mi alrededor y vi a mi compañero, a
La carretera por lo que veo era nuestra única compañía en esa travesía que comenzaba a tornarse turbia al descender lentamente la neblina por el lugar; lamentablemente no teníamos otra opción: aquella carretera no solo daba a la ciudad, sino que nos guiaría muy fácilmente hasta mi casa, donde de una vez por todas lograre disipar esta extraña presencia que en las últimas semanas me ha atormentado de múltiples maneras posible, arruinando de manera paulatina mi vida hasta volverme un simple monigote apoyado por dos personas a las cuales les sería más fácil dejarme a mi suerte que tener que cargar este martirio de forma tan tranquila, siendo una extraña extensión de mi miedo a volverme el servil huésped del ente sin alma que aspira de una manera recóndita tener un cuerpo para actuar a placer, tenerme, poseerme, sentirs