“No te atrevas a salir de aquí.” Dijo mi madre entre dientes y llena de rabia.

“¿Qué has logrado para el Norte desde que te convertiste en Lord?” Preguntó. “No has expandido nuestras fronteras ni aumentado nuestra riqueza. El Norte sigue dependiendo de su vieja gloria, ¿te sientes tan orgulloso de eso?” Continuó y yo apreté los puños.

“¿Por qué no has tomado el Este? En lugar de eso, tus oficiales y tú están acostándose con sus prostitutas y llevándolas a bailar, ¿en qué estás pensando? Nadie dice que no puedas acostarte con tus prisioneras, pero involucrarte emocionalmente está fuera de lugar. Tu padre se acostaba con muchas prisioneras, pero lo hacía para avanzar en su causa.”

Yo empecé a reír. “No necesitaba acostarse con ellas para avanzar en su causa. Simplemente era un hombre enfermo.”

Respondí e intentó abofetearme de nuevo, pero esta vez le agarré la mano antes de que pudiera hacerlo.

“No lo hagas de nuevo.” Le advertí y bajó la mano.

“Quiero que renuncies como Lord y dejes e