Por otro lado. Tenemos a Jhonn Cuarto, que descaradamente anda en Maita como si fuera su propiedad 😅 Recordemos que este "niño" ha planeado tomar Maita desde hace mucho... Tiene sus conexiones y las cosas se pondrán difíciles 👀💥
El Rey Jhonn Cuarto Wiztan, se encontraba sentado en el elegante sillón individual, con su aura imponente sostenía la copa de vino que le dio el Conde Terlen. —Es de los mejores viñedos del condado~ seguro será de su agrado y fino paladar, su majestad~ —hablaba el Conde con respeto, viendo a ese Gorianito. —Iré directamente a la capital —comenzó a hablar el Rey Jhonn. Siendo directo—. Tengo negocios que hacer ahí~ —Umm… ¿Solo necesita mi transporte y propiedad en la capital?, puedo hacerlo pasar por un noble primo segundo~ tendrá acceso al territorio Real Lamparth. A todo evento y festividades~ inclusive audiencias con el Rey, si se disfraza bien y con el tiempo que su majestad el Rey Landel no lo ha visto. Jamás lo reconocerá~ —el Conde sonreía animado, mientras hacía planes, feliz de ayudar al Rey Gorianito. Jhonn probó el exquisito vino fabricado en los viñedos Maitanos. Una aroma deliciosa y un sabor adictivo. —Es bueno —se refirió el Rey Gorianito al vino, posando s
8pm. Esa noche en el Reino de Maita. En las afueras de la capital había un pequeño pueblo, uno bastante próspero ubicado entre el espesor de zonas boscosas. Entre el bullicio del pueblo, un carruaje sencillo, se detuvo frente a un edificio de tonalidad opaca. De inmediato el portero abrió a los dos hombres, que estaban en el interior del transporte. Un señor de edad mayor, en sus sesenta años, cabello canoso perfectamente peinado hacia atrás, cuya barba y bigote bien cuidados también mostraban su edad, utilizaba un elegante traje pero no tan glamuroso de tonalidades negras con plateado, sosteniendo un bastón de finos detalles en su madera. El señor saludo al hombre que en las afueras del edificio le daba la bienvenida. —Señor Kallan, bienvenido. Veo que trajo a alguien con usted~ —daba la bienvenida el hombre elegante que abriendo la puerta indicó con su mano enguantada de blanco, que podían pasar ellos primero. Clac~ Resonó la puerta del edificio cuando fue cerrada
El señor mayor y la Reina Maitana, de inmediato se quedaron inmóviles cuando llegaron a la zona exclusiva, llamada "Salón Rubí". Donde tenían en celdas movibles, a mujeres encadenadas (extranjeras), dichas señoritas eran jóvenes y vestían como preciosas joyas a lucir, elegantes vestidos, diamantes, y sentadas en una lujosa silla acolchada dentro de la jaula. "¿Por qué el marqués está permitiendo el tráfico con mujeres y… Probablemente personas? ¡Eso es prohibido! ¡Es inaceptable!" Pensó la Reina Maitana, que frunció el ceño, furiosa. Sin embargo, todas ellas utilizaban una máscara que impedía ver sus rostros. De inmediato, Evangeline (Yurina), se quedó congelada, cuando una de esas jóvenes llamó poderosamente su atención. Un cabello rubio largo y ondulado, hermoso, sedoso y con un brillo atractivo, la mirada que ligeramente se percibía era una de tonalidad verde… No cualquier tono, uno verde limón que anteriormente había visto. La joven lucía como una adorable muñequita d
Lady Caroline, vio como su mejor amiga, Yurina (Evangeline), tomó distancia de ella, posando las manos en sus mejillas. —¡Por los dioses! ¡Realmente eres tú! ¡Estás viva! —exclamaba esa Reina Maitana con lágrimas en sus ojos—. Sabía que no habías muerto… Sabía que no era como ese tal Dimitri decía… Se lo dije a Landel, él casi se vuelve loco ese día, cuando Dimitri le dijo que tú habías muerto. ¡ES CIERTO! —se sorprendió la Reina en ese momento— ¡Tenemos que ir a decirle que estás- —¡NO! ¡AÚN NO! —exclamó Caroline preocupada. Sabía que Yurina no la entendía, pero aún así, esa mujer rubia estaba decidida a explicar—. En estos momentos. Jhonn está en la frontera con su ejército. Son varias tropas y probablemente estaban preparando más. No está solo, su comandante general le ayuda y ese hombre, Lord Francis Garlem, no dudaría en matar a alguien de Maita. Aún si Jhonn duda en apuntar su espada contra su familia, ese Lord, NO LO HARÁ. Caroline veía la sorpresa en el rostro de Yurina
—Señor Harlet. Tenemos para usted una carta importante enviada desde su nación —informó el mayordomo en esa mansión, una vez que Jhonn se sentó en un cómodo sofá individual de la sala principal. Una vez el Rey Gorianito, sostuvo la carta en sus manos enguantadas con cuero… ¡Se sorprendió! Era del Lord Francis Garlem. Avisaba que no lograron encontrar a Caroline y que la investigación y pistas seguidas la llevaban a Maita. De inmediato el Rey Gorianito supo que su amada Caroline se encontraba en ese mismo Reino. —Señor Ferlín. Necesito que haga algo por mí —dijo ese joven Rey, con una sonrisa maliciosa. "Así que has tomado esa decisión, Cari… Me sentiría traicionado o decepcionado, si no fuese… Porque te conozco y sabía que no te quedarías sin hacer nada al respecto" "Sin embargo, es inútil, mi amada. Nada de lo que hagas impedirá que cumpla mis objetivos..." Pensó ese Rey Gorianito, para segundos después darle sus indicaciones a ese mayordomo. —Entiendo señor. I
—¡Aquí! ¡Preparen las tiendas!, continuaremos avanzando mañana —dio sus órdenes, el marqués Forsten. Quien se encaminaba rumbo a la frontera con Gorian. ¿Su objetivo? ¡Defender su territorio! Sabía que las tropas de ese Reino enemigo habían estado avanzando desde días atrás. En la oscuridad de la noche, frente a la fogata, después de cenar. El marqués recibió una carta del Rey Landel Lamparth. Nuevamente su sobrino le pedía que no continúe por su cuenta. « Tío, sé que quieres acabar con los Gorianitos por el asesinato a tus hombres y su acercamiento al territorio norte de tu marquesado. Sin embargo, no es la elección correcta. Si tú los atacas primero. Ellos irán con todo contra Maita y aún no estamos preparados para algo así. Déjame intentarlo por medios diplomáticos. Aún debe haber algo que podamos hacer, alguna negociación. No le des motivos válidos a Jhonn de destruirnos. » El marqués Sebastián Forsten, no quiso leer más de esa carta. Con solo ese fragmento le bas
Lady Caroline respiró hondo encontrándose en la elegante habitación de esa casa, su corazón acelerado mientras se ajustaba la peluca oscura y la chaqueta larga, varonil, que había tomado "prestada" en la casa de Yurina. ¡Ella no podía quedarse esperando nada! Lady Caroline con su corazón acelerado, sabía que tenía que actuar. Con pasos sigilosos caminaba por el largo pasillo. Antes de llegar a la sala de estar, pasó por la habitación privada de esa Reina Maitana, misma que comprobó que no tenía seguro. Sus ojos verdes limón, se fijaron en el brillo de un collar de perlas que descansaba sobre un elegante mueble. En un arrebato de desesperación, lo tomó junto con un par de joyas más que encontró en uno de los cajones. "Lo siento Yuri… Después te los pagaré…" Pensó Caroline decidida a huir esa misma madrugada. Con las joyas ocultas en los pliegues de su chaqueta, salió por la puerta trasera. Caroline caminó hasta la capital donde logró pedir un carruaje. El coche
El cielo gris de la tarde se mostraba con relámpagos que iluminaban el campo de batalla, donde las ráfagas de viento se mezclaban con los gritos de los hombres y el impacto de las espadas. Cuatro días habían pasado desde que el marqués de Forsten, con su ambición desmedida, lanzó su ofensiva al Sur de Gorian. "Son pocas tropas, y son dirigidas por el Lord y mano derecha del Rey Jhonn. Si acabo con él, Gorian perdería uno de sus pilares" Ese fue el pensamiento que impulsó al marqués Sebastián Forsten de atacar. ¡UN ERROR! La frontera Norte de Maita se había convertido en un infierno, un escenario de caos y sangre derramada, donde los caballeros luchaban ferozmente, sus armaduras brillando brevemente antes de ser manchadas por ese rojo carmesí. Lord Francis Garlem, el mano derecha del Rey Gorianito, con su espada en alto, dirigía a sus tropas con una determinación inquebrantable. —¡NO PERMITAN QUE LA BASE CAIGA! —se escuchó a ese comandante Gorianito gritar a todo pulmón, an