Fuimos al supermercado después de la escuela y compramos cada barra de chocolate, bolsas de gomitas dulces y bolsas de papas fritas que pudiéramos cargar en nuestras manos. Mi otro amigo Jones, que era mayor que el resto de nosotros, llevó un par de cajas de cerveza para él y algunos de los demás, mientras que las chicas y yo habíamos pedido unos mezcladores para hacer unos cócteles.

No soy el tipo de chica que bebe cerveza.

Tuve que recordarles que NO ERA una fiesta y que podían tomar su cerveza pero no volverse locos. Para ser justos, normalmente son bastante buenos para mantenerse bajo control porque sabían que los mataría si me metían en problemas con mis padres.

Al entrar en la casa, dejamos las compras en la cocina y fueron a reclamar sus camas. Solo teníamos dos habitaciones de huéspedes, una vez que se habían ocupado, era el sofá y el piso para el resto. A menudo había discusiones sobre los arreglos para dormir, pero la mayoría de ellos terminan durmiendo juntos. No había pa