Manejé a casa, al llegar le conté a Amanda todo lo que había sucedido con Luis en el hospital.

—yo sabía que ese hombre se estaba aprovechando de la situación, yo le recomendaría que revisara los estados de cuenta de la niña porque debe faltar dinero.

—tranquila, mi secretaria ya se encargó de bloquear sus tarjetas y uno de mis empleados pasó por el auto y lo dejó en mi empresa, quisiera encargarme de muchas cosas más, pero mi prioridad es la salud de Emily, por eso quiero estar todo el día en el hospital.

—gracias por hacer esto por ella, usted es un ángel.

—ja, ja, ja, estoy lejos de ser un ángel, pero me enseñaron muy bien cuáles son las obligaciones de un esposo, mi familia es italiana tradicional, solo espero que cuando ella despierte, no tome mis decisiones como una invasión a su privacidad, porque no podemos olvidar que nos une un papel, pero somos dos extraños.

—no lo creo, mi niña tiene el corazón más bondadoso que pueda existir, ahora vaya a descansar, buenas noches, señor.