Hoy cumplimos una semana de casados, mi vida dio un giro de trescientos sesenta grados desde que conocí a Matteo, ahora soy una mujer casada. Miro mi anillo en el dedo y veo que él no pierde tiempo hasta los anillos compro, estoy feliz, sé que es una cosa de locos porque no estoy enamorada, pero ver como alguien quiere cuidarnos y protegernos es hermoso, mi bebe se acerca.

— mamá, ¿y pai? — me causa gracia, como ella quiere estar con su papi todo el tiempo, la bajo a la sala, donde están sus tres abuelos tomando café y corre a donde su abuelo, él la llena de besos y ella feliz le muestra las muñecas que tiene.

— quería comentarles algo, yo quisiera vivir aparte para que los chicos tengan privacidad, ellos recién se están conociendo y necesitan espacio — mami, a mí no me parece,

—tienes toda la razón, consuegra no lo había pensado, pero eso no es problema, que de hecho hay muchas propiedades. En cada viñedo existe una propiedad familiar más los departamentos en el centro de la ciudad