El amor entre Nathaniel y Ángela se fortalecía más cada día, él era la fuerza de la joven Black para sobrellevar su dolor y ella era todo para él, el hombre imponente, atractivo, con esos hermosos ojos grises delineados igual que el padre

Nathan y Nathaniel, tenían tan solo cinco años cuando entraron al dormitorio de sus padres y encontraron en el tocador del enorme cuarto que fungía como armario, las cosas personales de su padre, costosos perfumes, gemelos incrustados de diamante, anillos de oro personalizados con espectaculares joyas como rubíes, zafiros, esmeraldas y diamantes

Pero lo que más llamó su atención fueron los múltiples lápices negros de una reconocida marca donde Nathanael los pedía por qué no se corrían, entonces los gemelos tomaron algunos para maquillarse ellos también, quedaron hechos dos pandas, les faltaba toda la práctica de su apuesto padre, los traviesos niños le dejaron un desastre bien hecho al mafioso

Cuando Nathanael más tarde salió de su despacho esperando