El gemelo más impaciente y malhumorado de los Castrioli, salió de la mansión de sus padres en su Bugatti edición limitada a toda velocidad, iba molesto, conocía muy bien a Nathaniel y sabía que no era un hombre fácil de persuadir, si no quería salir de su casa, no tenía ni puta idea de cómo lo iba a convencer

Nathan cuando bajó del coche se guardo en la presilla del pantalón un objeto, la escondió bien entre sus ropas y entró a la casa con la llave que sabía que Nathanael tenía escondida en un macetero

Dentro estaba todo algo desarreglado, siguió caminando hasta el despacho, más al abrir la puerta el olor a alcohol, suciedad y muerte y tabaco, le golpeó la nariz

— ¡¿Pero que carajos está pasando aquí?! Nathaniel, ¡¿qué demonios hiciste?! ¡no puede ser aquí huele a muerto! ¡¿qué diablos hiciste Nathaniel?! ahora sí estás en problemas, papá va matarte si te dejaste morir por amor, monte va a perdonar que le causes ese sufrimiento a mamá

Nathan no podía creer lo que veía, Nathaniel esta