Durante la comida, Nathanael, acompañó a Vanessa, le daba pequeños bocados y se llevaba el mismo a la boca unos cuantos, ver los hermosos ojos azules de la mujer, enrojecidos, no le agradaba en lo absoluto — Solo tienes un par de días más para descansar, creo que te aumentaré uno más, si mi abuela te ve golpeada no tienes idea lo que me hará, además mis hijos no deben nunca ver a una mujer lastimada — el CEO era muy estricto con el no maltratar nunca a una mujer, no cuando de pequeño vió muchas veces a su madre con el rostro magullado por los golpes que su padre le dabaVanessa no comió mucho, lo que probó fue solamente para complacer a Nathanael, ella seguía con el estómago hecho un nudo, se disculpó para ir al sanitario un momento, al salir se encontró con el imponente hombre que estaba sentado en el sofá, él la miraba fijamente como un cazador mira a su presa, Vanessa, se sintió nerviosa, los colores se le subieron al rostro, pero cuando escuchó sus voz llamarla fue que todo en el
Después de pasar unas horas mágicas, al CEO Castrioli le entró una llamada de su mano derecha, lo ignoró como diez veces pero seguía insistiendo, Nathanael, todavía tenía entre sus brazos a su ángel, ella seguía profundamente dormida, gruñó un poco antes de soltarla para contestar— ¡¿Qué demonios quieres, Jael?! si no te tomo la llamada es por qué no quiero, ¿no entiendes el mensaje? — dijo el hombre apretando los dientes— ¡Sabes que si no fuera importante no te estaría llamando tan insistentemente, necesito que vuelvas a la oficina de inmediato, los socios están aquí y de han plantado en la sala de juntas!— ¿Cuáles socios? si son los de la compañía Castrioli, diles que estoy fuera de la ciudad cerrando un negocio y que no estoy disponible por el momento — el CEO no quería marcharse todavía— ¡Noooo, no son esos, son los otros socios, los que buscan al Boss! — habló Jael en voz baja informándole — ¡Demonios! ¡¿qué carajos están haciendo en mi empresa?! ¡salgo para allá y que vayan
El CEO estacionó su auto y subió de inmediato a la elevador que lo llevaba directamente a su penthouse, se preguntaba que era lo que estaría haciendo la enfermera y por qué no se había ido a su casa, ¿acaso lo estaba esperando?De todos los escenarios que le pasaron por la mente ninguno de acercó a lo que encontró al abrir la puerta, Vanessa se encontraba todavía vistiendo su camisa, ella estaba sentada en una silla del comedor y frente a ella la letal asesina Selene, no tenía idea de por qué se había atrevido a venir a su departamento pero pronto lo iba a averiguar— ¡Llegaste! — Vanessa, sentía el impulso de correr a abrazar a Nathanael, pero lo reprimió al recordar que no estaban solos, además ellos no tenían una relación fuera de la cama— Sí, ya estoy aquí, ¿te sientes mejor? — preguntó el hombre a la bella joven— Solo un poco, ella... Selene, vino a visitarte, yo... no quiero interrumpir, ya estaba de salida, iré a cambiarme, con permiso — Vanessa, se levantó de la silla y fue
El ambiente se puso muy pesado, apenas se podía respirar en el lujoso penthouse, los ojos grises del empresario estaban oscurecidos, quería llegar a casa a cenar con su mujercita, compartir un buen vino, tomar una ducha y hacerle el amorPero en cambio se había encontrado a su amante metida hasta la cocina, en el pasado había permitido a Selene, hacer algunas cosas que no debía y se las dejo pasar, pero ahora entendía que se había equivocado y ella lo había interpretado como que a él le interesaba para algo más que no fuera solo follar, más equivocada no podía estar— ¡Vanessa, vuelve acá! ¡no me hagas enfadar, mujercita!¡¡¡TRAZ!!!El portazo que la joven enfermera dió en la cara al CEO Castrioli, fue épico de ver, nadie se atrevería a tanto, quién conocía al peligroso hombre sabía que si hacía algo como eso no lo dejaría seguir viviendo— ¡Te azota las puertas, no te tiene respeto! ¡eres el Boss, el hombre más poderoso de la mafia americana, el más tenido y despiadado, a cualquier o
NATHANAEL — No paro ni en los semáforos en rojo, si me demoró demasiado, Vanessa pensará que me quedé follando con Selene, cosa que está demasiado lejos de la realidad, cruzó la línea al haberse atrevido a ubicarme ya entrar en mi penthouse, !maldita sea! ¿por qué tuvo que pasar ésto precisamente ahora, bajó la velocidad y llamo a mi mano derecha— ¡Jael! ¡quiero que te encargues de enviar a Siberia si es necesario a Selene, no me importa a qué lugar del mundo le asignes una misión, lo que quiero es que la desaparezcas de mi radar o le voy a meter un tiro!— ¿Por qué? ¿qué fue lo que pasó? no me digas que...— ¡Siii, la muy cabrona me ubicó en mi penthouse, hace rato cuando llegue de la oficina, Selene estaba sentada a la mesa con Vanessa, te juro que no sé cómo me controlé para no sacarla a patadas! ¡yo soy el Boss, y ella es solamente una se mis empleadas, no tiene derecho a entrometerse en mi vida privada!— Te lo dije, Nathanael, te avisé que Selene andaba cerca, sabes muy bien q
— ¡Ya escuchaste imbécil, ella quiere que te largues! no vuelvas a buscarla, está oportunidad de vivir no te la voy a volver a dar — amenazó el enfurecido Boss— Ella también te echó a ti, contigo tampoco quiere nada, no estás en mejores condiciones que yo, conozco a Vanessa y sé que puedo lograr que vuelva a aceptarme, en cambio tú no tienes oportunidad, seguro que ya que obtuviste lo que querías de ella quieres seguir seduciéndola hasta que te hartes y la botes, no confíes en él, amor mío, los hombres ricos se la viven seduciendo chicas ingenuas como tú para después botarlas como basura— ¡Cállate! ¡no hables por mí, yo no soy un hombre ordinario como tú! no lo escuches Vanessa, déjame entrar y charlemos, hay cosas que necesito decirte— Basta, no digas más, Nathanael, ninguno de los dos puede negar lo que vi, están equivocados al pensar que yo estoy dispuesta a compartir al hombre con el que tenga una relación, sé que un día encontraré a alguien que solo me ame a mi y que quiera co
— Ese maldito CEO tiene razón, él es por el momento el único que puede ayudarme a recuperar a mi hermanito de las garras de mi padre y de Marina, no quiero ni pensar en como pueden estarlo tratando en estos momentos, está tan enfermo y vulnerable, tengo que recuperarlo aunque eso signifique hablar de nuevo con el causante de mi tristezaVanessa, abrió la puerta muy en contra de su voluntad, se hizo fuerte aunque le costaba ver a Nathanael, después de lo de hoy— ¿Por fin lo entendiste? buena chica— Ya abrí la puerta, adelante pasa, puedes tomar asiento si gustas solo se breve en lo que quieras decirme, estoy muy cansada y quiero ir a dormir — la joven enfermera se portó fría y distante— Lo de Selene... ella es una... trabaja localizando personas o información, es muy buena en eso y así fue que encontró mi penthouse— Es tu amante, ¿qué tiene de extraño que te busque? ¿más bien por qué tu tienes más mujeres si ya la tienes a ella? eso me parece muy desleal de un hombre, Selene es muy
Vanessa, después de comprobar que las palabras del abogado eran ciertas y que no tenía otra opción que casarse, se dejó caer en una de las sillas del juzgado por unos minutos, tenía que asimilar que tendría que elegir a un hombre para casarse y recuperar a Adrián, pero.... ¿quién?Michael, antes de que la engañara con la contadora hiciese sido su mejor opción, llevaban algún tiempo de novios, sentía quererlo, deseo formar una familia con él, pero la había decepcionado tanto que su cariño por él ya no existíaPor otro lado estaba el misterioso CEO Nathanael, el hombre que reclaman sus amantes pero que tiene el poder de enfrentar a los Di Monti y ayudarla a recuperar a su hermano— ¡Aaashh... carajo, estoy jodida! esta vez me tienes en tus manos hombre mujeriego — a la joven enfermera no le quedó más remedio que doblar las manos ante el gran CEO, entró a la compañía por laguna razón extraña nadie la detuvo en su camino, tomó el elevador y llegó hasta el piso donde se encontraba el empres