James se apoyó en el sofá, fumando y murmurando para sí mismo.

“¿Soy demasiado bueno con Thea? Solo quería recompensarla. Escucho todo lo que dice. ¿Entonces esto no es amor?”.

James estaba sumido en sus pensamientos.

¿Estaba enamorado de Thea?

¿O solo quería recompensarla por salvarle la vida?

“¿Qué es el amor?”.

Los expertos en amor lo habían analizado para él a fondo.

Creía que cuando se acercó a Thea por primera vez, solo quería recompensarla.

Sin embargo, después de pasar tanto tiempo con ella, se había enamorado de ella. Perderla era perderlo todo.

“Oye, ¿en qué estás pensando?”.

Se escuchó una voz.

James levantó la mirada.

Quincy entró.

Llevaba un vestido rojo profesional. Se cruzó de brazos y estudió a James.

“N-nada”.

“Ya es tarde. ¿Quieres ir a comer juntos?”.

Quincy le dedicó una sonrisa a James.

James la miró antes de sacudir la cabeza. “No lo creo. Tengo otras cosas que hacer”.

Él sabía lo que ella estaba pensando.

Era un hombre casado. Era mejor mantene