Más de veinte expertos en el amor estaban presentes.

Sabían que el hombre modesto que tenían delante era el propietario de Transgeneracional. Tenía un patrimonio neto de trillones de dólares, era poderoso pero de bajo perfil.

Si lo hacían feliz, vivirían tranquilos el resto de sus vidas.

“Señor, por favor, háganos saber sus problemas y le propondremos un plan”.

“De acuerdo”.

James asintió y les contó todo.

No omitió nada.

Les contó todo, incluyendo su dimisión, su matrimonio y la recuperación de Thea.

Mencionó la destrucción de los Xavier, el secuestro de Thea, que él la salvó y que ella se enamoró de la otra versión de él.

Y ahora, Thea se había enamorado del Dragón Negro y quería divorciarse de él.

Pum.

Después de escuchar la historia de James, todos cayeron de rodillas.

“General, por favor, perdónenos”.

No esperaban que el dueño de Transgeneracional fuera el Dragón Negro.

Es más, no esperaban que su esposa estuviera enamorada de otra versión de él.

Era tan simple. ¿Pa