Justo antes de la ceremonia de sucesión del Rey Blithe, los tres patriarcas restantes de Los Cuatro Grandes fueron asesinados. Esto causó un gran revuelo.

Después de que James rindiera homenaje a su familia, regresó a la Casa de la Realeza, donde se tomó una ducha y se cambió de ropa.

Entonces le echó un vistazo a su teléfono para comprobar la hora. Sin embargo, se dio cuenta de que había unas cuantas llamadas perdidas y mensajes sin leer.

Eran las ocho de la mañana.

En casa de los Callahan.

Thea estaba sentada en la cama de su habitación, mirando su teléfono.

Se había quedado despierta toda la noche y, sin embargo, James no la había llamado ni le había enviado un mensaje.

Se obligó a no llamar a James.

Después de toda una noche, se rindió.

Llamó a James varias veces, pero él no respondió.

Le envió varios mensajes.

Él no respondió.

Ella empezó a preocuparse mucho.

“¿Herí sus sentimientos anoche? ¿Fui demasiado dura con mis palabras?”. Thea no pudo evitar reprenderse a sí m