James sabía más o menos lo fuertes que eran los doce espíritus de la muerte y sabía que no podría matarlos de un solo golpe a pesar de tener el Poder del Caos y ser un Cuasi Acmean. Quienquiera que los estuviera manipulando debió de sentirse amenazado y los hizo evacuar del combate.

James examinó la zona, pero no encontró rastro alguno de las auras de los doce espíritus de la muerte ni de su misterioso maestro. Incluso la Luz de Acme había desaparecido.

Frunció el ceño. Todo lo ocurrido era muy anormal.

El Poder del Caos de James era aterradoramente fuerte. En el momento en que los espíritus de la muerte salieron de la formación, fueron golpeados por su Poder del Caos. Había estado vigilando, pero aun así escaparon delante de sus narices.

Esto le llevó a una conclusión: la criatura que controlaba en secreto a los espíritus de la muerte era muy experta en el Camino del Espacio y el Tiempo, mucho mejor que James. Después de buscar por todas partes, no pudo detectarlos. Se dio la vuel