El Gran Anciano del Pabellón era un Gran Emperador llamado Nergul Daniela. Como Gran Emperador del Tercer Cielo, tenía un alto estatus en el Pabellón, donde estaba a cargo de todos los asuntos. En cuanto hizo un movimiento, el poder del Camino se acumuló en su palma y cargó hacia Tamuuz, quien estaba a cierta distancia.

Tamuuz apareció en el cielo y se detuvo en el aire mientras una leve sonrisa se dibujaba en su rostro. El Santuario temía a Silvester y Helvius, no a un simple Nergul. Por eso, cuando el terrorífico poder del Camino cargó directamente hacia él, agitó casualmente la mano y una luz negra apareció en su palma, formando un disco negro. El disco bloqueó fácilmente el ataque de Nergul.

Al ver esto, Nergul frunció el ceño. Entonces, apuntó el bastón que tenía en la mano en dirección a Tamuuz. En ese momento, una grieta apareció en el vacío y cargó directamente hacia Tamuuz.

Sin embargo, en ese momento, Tamuuz agitó despreocupadamente la mano y aparecieron unos misteriosos c