Jules llegó a su punto de encuentro, pero no encontró a nadie allí.

Llamó varias veces.

Jadranka observó los alrededores desde la distancia.

Quería asegurarse de que nadie del Pabellón del Elixir lo había seguido. Lo observó desde las sombras durante unos diez minutos. Al ver que nadie seguía a Jules, Jadranka finalmente se dejó ver.

"¡Señora!".

Al ver a Jadranka, Jules se acercó de inmediato y preguntó con desconcierto: "¿Qué está pasando? ¿Por qué mi padre llevó a las potencias del Pabellón del Elixir al Monte Jakan?".

Jadranka llevaba un largo vestido morado. Era delgada y tenía un aspecto encantador. Miró a Jules y dijo con una sonrisa. "¿Qué habrá pasado me pregunto? No te preocupes, no es para tanto".

"¿Entonces por qué dejaste el Pabellón del Elixir?", preguntó Jules.

Su intuición le decía que algo tenía que haber pasado.

Sin embargo, no tenía ni idea de lo que estaba pasando.

Jadranka descartó su preocupación. "En realidad no es nada. Solo te llamé para decirte que es