Todos empezaron a especular con las identidades de los ofertantes en las salas privadas que aumentaban drásticamente el precio de la subasta por el Líquido de la Tribulación.

Las Piedras del Camino sin abrir eran objetos escasos y valiosos formados por la energía del cielo y la tierra. Era difícil incluso obtener una, y un Gran Emperador podría tener ahorros de vida de solo unas mil Piedras del Camino.

Los dos postores de las salas privadas competían por el Líquido de la Tribulación,

James nunca esperó que la otra parte aumentara la subasta a dos mil Piedras del Camino tan repentinamente.

Él sentía curiosidad por conocer la identidad de la otra parte, pero la sala privada tenía excelentes medidas de aislamiento. Por lo tanto, no podía ver a la persona en la otra habitación privada.

Sin embargo, para James, las Piedras del Camino no eran más que cristales inútiles. No tenía ni idea de lo raras y valiosas que eran.

Por eso, James no dudó en pujar.

Pulsó el botón y la luz del exter