James y el hombre de la túnica azul se giraron para mirar hacia donde se originó la risa. Desde lejos, dos personas se les acercaron.

Eran un hombre y una mujer.

“Marcelo... Jace…”.

Al verlos, James frunció el ceño.

¿Por qué estaban aquí?

Después de pensarlo por un momento, él creyó que esto era normal. Después de todo, venían del Reino de los Demonios y eran miembros de la Raza Demoníaca. Además, la Raza Demoníaca era una fuerza aterradora en la Era Primigenia. Se las arreglaron por sí solos para provocar el colapso de una era. Por lo tanto, debe haber figuras extremadamente poderosas entre la Raza Demoníaca. Como Sophie sabía de la existencia de Inversión Elemental, no había forma de que la Raza Demoníaca no lo supiera.

Marcello se acercó a James, lo miró, frunció los labios y dijo con una sonrisa: “Sabía que no eras una persona común y corriente. Debes tener el respaldo de alguien. Sin embargo, no esperaba que él o ella conociera este lugar”.

James esbozó una ligera son