James miró a Xandra y dijo: “Mamá, iré a ver al abuelo”.

“Adelante”.

Luego, James se fue con Tyrus para encontrarse con Langston.

En la mesa de la habitación de Langston, había un bulto de carne del tamaño de una pelota de baloncesto que brillaba con una luz carmesí. Parecía un poco extraño pero irradiaba una energía poderosa.

Langston se quedó mirando el bulto.

Era la Esencia del Fénix.

Cuanto más lo miraba, más sentía algo extraño.

Parecía haber una fuerza maligna dentro de la Esencia del Fénix.

En ese momento, la puerta de su habitación se abrió. James y Tyrus entraron.

“Padre”.

“Abuelo”.

Los dos lo saludaron simultáneamente.

Langston volvió en sí, señaló las sillas a su lado y dijo: “Siéntense. Pónganse cómodos”.

Langston tomó su té de la mesa, tomó un sorbo y dijo: “Ya me enteré del incidente en el Monte Bane. Aunque se ha llegado a un acuerdo, la situación no se ve muy bien ahora”.

Él nunca esperó que la Secta del Vacío enviara un Sobrenatural.

Ya que podían enviar