Al enterarse de que, además de Los Cuatro Grandes, las fuerzas del inframundo también estaban implicadas en la destrucción de los Caden, la expresión de James se tornó sombría.

Henry se puso inmediatamente a hacer los preparativos.

Era un asunto sencillo, ya que se trataba de un individuo de alto estatus.

No mucho después, los arreglos estaban hechos.

“James, organicé un encuentro con Jake Graham en el Taller de Reparación del Pueblo, en las afueras, esta noche”.

“Entendido”. James asintió en respuesta.

“James, sabemos que Jake Graham se dedica al comercio de inteligencia, y sus precios son exorbitantes. ¿Deberíamos llevar algo de dinero en efectivo con nosotros?”.

James miró a Henry y le preguntó: “Henry, ¿cuánto tiempo llevas trabajando a mis órdenes?”.

Henry respondió: “Unos ocho años”.

“Efectivamente, han sido ocho años. Deberías conocerme. ¿Necesitaría dinero para lidiar con el mandamás de un territorio?”.

“Tienes razón”.

James miró la hora. Solo eran las siete. Llegar