Tras recibir la orden de James, Nathaniel se marchó rápidamente. James miró a Delilah y le aseguró: “No te preocupes, investigaré a fondo el asunto. No importa quién esté detrás de esto, no escapará de la justicia”. Delilah se lo agradeció a James: “Muchas gracias, James. Si no fuera por ti, realmente no sé qué debería hacer. Ayer, hubiera estado…”. James hizo un leve gesto con la mano y la interrumpió: “Eres la hija del General Kimberly. Tus asuntos son mis asuntos. Además, te he dicho que me llames si tienes alguna dificultad”. “Entendido, lo haré”. Delilah sonrió. “¿Qué piensas hacer hoy? Déjame llevarte de vuelta por ahora”. Cómo James no tenía nada que hacer en la región militar, se ofreció a llevarla de vuelta. Tras quedarse pensativa por un momento, Delilah respondió: “No mucho, pienso volver y esperar tus buenas noticias. Durante todo este tiempo, mi madre ha estado muy preocupada por mi padre. Le preocupa que él…”. La investigación de ayer no reveló el paradero
“Pero no compré nada”. ¡Toc! ¡Toc! ¡Toc! “Abre la puerta”. Los golpes se hicieron más fuertes y la gente que estaba fuera empezó a dar patadas a la puerta. En ese momento, Jeanne Lynch se dio cuenta de que algo andaba mal. Pensó que los cobradores de deudas estaban allí. Con una escoba en la mano, se puso nerviosa. “¿Qué debo hacer?”. Justo cuando no sabía qué hacer, los hombres que estaban fuera tiraron la puerta abajo y se abalanzaron hacia adelante. Uno de ellos comparó a Jeanne con una foto y gritó: “¡Es la esposa de Xavion Zachary! ¡Atrápenla!”. Unos cuantos se precipitaron y sacaron a Jeanne a la fuerza. “¿Qué están haciendo? ¡Suéltenme!”. Jeanne luchó con todas sus fuerzas. Sin embargo, no pudo liberarse. ¡Zas! Uno de los mandamases le dio una bofetada en la cara y gritó: “¡Cállate, p*rra!”. Jeanne sintió un dolor punzante en la mejilla. Suplicó: “Por favor, suéltame. No tengo dinero”. “Cállate de una m*ldita vez. Llévatela”. “Entendido”. Jeanne f
Jeanne creía que el Emperador era capaz de conseguirlo. Después de todo, era el hombre más poderoso de Sol. Sin embargo, estaba desconcertada. ¿Por qué el Emperador ayudaría a una mujer ordinaria como ella? Con expresión hosca, James miró a los hombres arrodillados en el suelo y preguntó: “¿Cómo te llamas?”. “M-Me llamo Forrest Long. Los Tuckson hicieron correr la voz de que seríamos recompensados si encontrábamos a estas dos mujeres. Mis subordinados se toparon con ellas cerca, así que las traje aquí”. “Yo no hice nada, Emperador. ¡Por favor, perdóneme!”. Con una expresión sombría, James dijo: “Llévalas a los Tuckson y pídeles la recompensa”. “¡No me atrevería! Por favor, ¡déjenos ir!”. “¡Cállate, es una orden!”, espetó James dándole una patada. “¿No fuiste muy atrevido hace un momento? ¿Qué pasó? Te ordeno que se las lleves a los Tuckson. Me interesa ver qué piensan hacerles”. Después de recapacitar, Forrest preguntó: “¿Dices que solo estamos montando un numerito?”.
James dijo: “Los Caden deben tener una red de inteligencia en la Capital. Me gustaría que me dieras información sobre la familia Tuckson en la Capital”. Al escuchar esto, Maxine se quedó perpleja antes de preguntar: “¿Por qué necesitas información sobre los Tuckson en la Capital?”. “La necesito lo antes posible. Por favor, envíamela de inmediato”. “De acuerdo, enviaré a alguien a investigar el asunto. Te los daré más tarde”. Maxine terminó la llamada. Como uno de los Cuatro Antiguos, los Caden poseían una poderosa red de inteligencia. Como los Tuckson eran una familia de la capital, a Maxine le resultó fácil conseguir información sobre ellos. Llamó a un número. En menos de diez minutos, toda la información de los Tuckson estaba ya en su bandeja de entrada, y se la envió a James, quien examinó detenidamente toda la información. En ese mismo momento, en el Barrio de Villa Esperanza... Como la Capital era la capital de Sol, cada pedazo de tierra valía una fortuna. Como t
Braxton se fue. Sabía que caminaba sobre la cuerda floja. Las consecuencias serían fatales si cometía un error. Sin embargo, no tenía elección. Durante veinte años, cooperó no solo con la familia Tuckson, sino también con muchos otros. Si James llegaba al fondo del asunto, estaría condenado aunque no hubiera hecho nada malo. Sin embargo, también sabía que la dinámica en la Capital es compleja y que involucraría a muchos. Creía que James no actuaría imprudentemente. Después de todo, él no podría lidiar con las ramificaciones. Al mismo tiempo, James estaba en el cuartel general del Ejército de la Llama Roja examinando la información relacionada con los Tuckson enviada por Maxine.Los Tuckson eran una enorme familia que se había establecido en la Capital durante siglos. Poseían una gran autoridad y una riqueza increíble. Sus integrantes ocupaban numerosos cargos en el ejército y en el ámbito político.Con la mirada fija en ella, James dijo con frialdad: “Los Tuckson son considerad
Henry se acercó al sofá y se quitó la gorra. James se acercó al área de descanso y, dándole un cigarrillo a Henry, dijo: “¿Cómo está la situación en las Llanuras del Sur? ¿Cómo fue la investigación?”. Henry asintió con la cabeza al decir: “Ya casi termino con la investigación. Descubrí que el general Grant había tenido contacto con los subordinados del anterior emperador. Sin embargo, eso fue porque el anterior Emperador había secuestrado a su familia. Fue él quien filtró toda la información sobre nuestro paradero. Aparte de él, hay muchos otros generales de alto rango…”. Henry narró la cadena de acontecimientos en las Llanuras del Sur. “Mjm”. James asintió y dijo: “Dejaremos esto de lado por ahora. Después de resolver el asunto en la Capital, regresaremos de inmediato y nos ocuparemos de ello”. “Señor, ¿estoy en algún tipo de misión?”. “Sí”. James asintió. “Tendremos que hacer un movimiento. Aunque la Capital es pacífica por fuera, está podrida hasta la médula. Ha lleg
“Quiero dinero”. Ayudando a su madre a levantarse, Delilah miró a Halvor y le dijo: “Dame cien millones de dólares y ayúdame a saldar todas mis deudas. A cambio, te daré la información”. Aunque no sabía en qué tecnología había hecho un gran avance la compañía de su padrastro, sabía que valdría una fortuna. De lo contrario, los Tuckson no habrían ido tan lejos. Después de todo, corrían el riesgo de enemistarse con el Emperador por esto. “Claro”. Halvor no dudó. Para él, ya estaban muertos. Estaría de acuerdo con las condiciones que le propusieran. “Primero, consíguenos un doctor para que nos cure las heridas”, dijo Delilah con cara de frustración. Su expresión, que parecía ser de resignación e impotencia, consiguió engañar a Halvor. Él pensaba que Delilah tenía información sobre el avance tecnológico y que estaba dispuesta a entregársela por miedo. Sin embargo, Delilah era una actriz, cuyas habilidades de actuación eran de primera categoría. “Claro”. Halvor asintió e inmed
Hacer un movimiento contra los Tuckson tendría consecuencias mucho mayores que ejecutar al Señor Gabriel. La poderosa fila de convoyes no podía evitar atraer la atención de los transeúntes. “¿A dónde se dirigen todos estos convoyes?”. “¿Qué está tratando de hacer el nuevo Emperador?”. “Parece que se dirigen en dirección al Barrio de Villa Esperanza. Allí solo vive gente poderosa e influyente”. “Disfrutemos del espectáculo”. La multitud estaba alborotada. Pronto, los convoyes llegaron al Barrio de Villa Esperanza. Soldados completamente armados bajaron y se pusieron en formación. Esto creó una gran sensación. James se bajó del convoy con Henry siguiéndolo de cerca. Al mismo tiempo, con los Tuckson... “¿Qué?”. Después de recibir una llamada, Halvor se puso furioso. Agarró el cabello de Delilah y le dio una bofetada en la cara.”"¡¿Cómo te atreves a mentirme, p*rra?! ¡Te haré pedazos!”. Delilah tenía la cara hinchada y le goteaba sangre de los labios. Halvor sacó