Maxine sacudió ligeramente la cabeza. “Yo tampoco estoy segura. Esa es mi opinión después de ver su pelea con Donovan. Solo él tiene las respuestas”.

Thea sonrió. “Lo sabremos cuando vuelva”.

Los tres se reunieron y discutieron los acontecimientos que se desarrollaron en la Frontera Occidental.

Quincy no tardó en regresar.

Aunque Quincy tenía su propia casa, se aburría sola. Por eso, normalmente iba a casa de Cynthia después del trabajo. Después de todo, su residencia era grande y espaciosa.

Quincy estaba fatigada después de todo un día de trabajo.

“Volviste. ¿Dónde está James?”, preguntó Quincy caminando hacia ellos. Entonces, tirando su bolso casualmente a un lado, tomó asiento en el sofá.

Thea asintió. “Ya está a salvo. Debería llegar pronto”.

“Genial”.

Quincy dio un suspiro de alivio. Luego, refunfuñó: “Haré que me invite a comer. Para su compañía, he estado trabajando día tras día. Ni siquiera tengo tiempo para comer. Es casi medianoche y aún no he cenado. ¿Tiene