Una sonrisa despectiva apareció en el rostro del Príncipe Auten al ver las reacciones de los hombres de Kokun.

Entonces, el Príncipe Auten miró a Veron y dijo: "Interesante. No esperaba que encontraras un ayudante en tan poco tiempo. ¿Crees que puedes detenerme solo con ellos? ¡Qué ingenua!".

Mordiéndose el labio inferior, Veron miró a los ojos del Príncipe Auten y preguntó dulcemente: "¿Qué clase de rencor me guardas? ¿Por qué me has buscado?". Veron había olvidado su identidad debido a la pérdida de memoria y no podía recordar al Príncipe Auten.

¿Había perdido la memoria?

El Príncipe Auten frunció el ceño. Viendo la expresión de la cara de Veron, no parecía estar fingiendo. Inmediatamente hizo una mueca: "Es mejor que no lo recuerdes. No tendrás que cargar con tantos secretos si mueres".

El Príncipe Auten lanzó una fría mirada a Kokun. "Es mi última advertencia. Sal de aquí ahora mismo o todos ustedes morirán".

Kokun respiró hondo y se tranquilizó. Luego, se volvió hacia el Prí