Después de recuperar el equilibrio, todos los discípulos de la Secta Wudang miraron entusiasmados la posición de Darryl.

Si conseguían matarlo, la Secta Wudang volvería sin duda a la cima del mundo de los cultivadores.

Durante unos minutos, hubo polvo por todo el cielo.

Cuando el polvo se asentó, la escena se hizo visible.

¿Qué había pasado?

Cuando vieron lo que había ocurrido, las Siete Espadas Wudang y los discípulos de alrededor no pudieron evitar un grito ahogado. Todos estaban desconcertados.

En el suelo había aparecido un enorme pozo de cien metros de diámetro. Darryl permanecía quieto en el fondo de la fosa, con el rostro tranquilo.

Las espadas relámpago destruyeron su ropa, dejando al descubierto la Armadura Alasangre que llevaba dentro. Todos pudieron ver la armadura brillando con luz dorada en ese momento.

Esas luces doradas eran, en efecto, el poder divino de Darryl. Darryl infundió su poder divino en la Armadura Alasangre mientras la espada relámpago atravesaba la a