Los discípulos patrulleros de la Puerta del Elíseo, que no estaban muy lejos, acudieron rápidamente al oír los gritos del Príncipe Auten. Todos se quedaron atónitos ante la aparición de Raquel y empezaron a gritarle.

"¿Quién eres?".

"¡Alto ahí!".

Todos pensaron que era una asesina que se había colado por su forma de vestir y el velo que llevaba en la cara. Además, era de noche. Raquel se puso ansiosa y frustrada ante la situación. ‘El Príncipe Auten es despreciable. No dudó en atraer la atención de los discípulos de la Puerta del Elíseo para salvar su propia vida'.

Más de una docena de discípulos patrulleros de la Puerta del Elíseo aparecieron frente a ellos en un abrir y cerrar de ojos, con la mirada fija en Raquel.

"¡Quítense de en medio!". Raquel tenía prisa y no quería hablar con ellos. Gritó, levantó la mano y golpeó al discípulo de la Puerta del Elíseo que tenía por delante. Su misión de asesinar al Príncipe Auten era un secreto para Darryl. Por lo tanto, había que ocuparse