En ese momento, Graham no pudo contenerse más. Agarró la mano de Circe y le dijo apasionadamente: "Circe, aparte de verte, también estoy aquí para proponerte matrimonio".

‘¿Proponerme?’.

A pesar de ser capaz de adivinarlo, Circe seguía temblando y se sobresaltó al oír aquello. En el fondo, se sintió nerviosa y dijo: "¿No es demasiado pronto?".

"¿Lo es?". Graham se sobresaltó y dijo asustado: "Nos conocemos desde hace tres años. Llevas tres años en mi corazón. ¿Sabes que pienso en ti cada vez que cultivo en soledad?”.

"Pensé en casarme antes contigo para no tener que sufrir más ese mal de amores".

Circe se alegró enormemente al escuchar aquella sincera confesión, pero se mordió el labio y dijo: "Pero... Pero necesito la aprobación de mi padre para esto...".

Al oír eso, Graham no pudo evitar reírse. "Ya lo he pensado. Visitaré al Señor Lange más tarde".

Luego, agarró con fuerza la mano de Circe y dijo: "No te preocupes. Seré sincero y convenceré al Señor Lange".

"¡Mmjm!”.

Circe