Al ver que Salvatore caía finalmente al suelo, Darryl aplaudió y murmuró para sí: "Está hecho. ¿Cómo he podido dejarte ser tan arrogante durante tanto tiempo si no es porque aún no he recuperado mis fuerzas?".

Mientras hablaba, estaba a punto de quitarle la máscara dorada de la cara a Salvatore.

¿Eh?

En ese momento, vislumbró a Audrey por el rabillo del ojo. Frunció el ceño y se dio cuenta de que Salvatore le había abierto el vestido, revelando su piel blanca como la nieve.

A decir verdad, la figura de Audrey también era de lo mejor.

Por un momento, Darryl se quedó con la mirada perdida durante unos segundos antes de volver en sí. Se dio una palmada en la frente y dijo: "Olvídalo. Vamos a ayudarla primero". Aunque Audrey ya había sido mala con él, era una chica elegante y pura. No era apropiado que estuviera aquí tumbada.

Una vez decidido, Darryl sacó un frasco de medicina del bolsillo y lo roció suavemente en la punta de la nariz de Audrey.

Las pastillas refinadas por Darryl po